Capitulo 27: Alta probabilidad de mal tiempo V2

1.8K 162 97
                                    

"El diablo es optimista si cree que puede hacer más malo al hombre"

Karl Kraus

Restaurante Lazef - París (Hace 7 años)

Habían pasado 4 meses desde que llegó a Paris en abril y 3 meses desde que empezó a laborar en la cocina bajo órdenes de Dupont y para su desgracia, las cosas no iban muy bien. En primer lugar, su madre, que siempre había sido de delicada salud, se desplomó en el laboratorio mientras trabajaba. La sangre que empezó a toser segundos antes de desvanecerse alertó a todos y fue hospitalizada de emergencias.

Zeff había tomado el primer vuelo a Japón para verla y por mucho que Sanji le rogó llevarlo con él, se negó. Sola se sentiría devastada si descubriera a su hijo viéndola en ese estado tan deplorable; por lo tanto, dejo al rubio bajo el cuidado de su aprendiz, Dominique. Fue en ese momento que todo fue de mal en peor.

Sanji estaba experimentando en carne propia lo que era la vida de un cocinero. Había días bueno, días malos y días horribles. Días en que cocinaba con los puños apretados mientras mordía su labio frustrado o días en que sus lágrimas eran el aderezo de todos sus platos; sin embargo, estos días siempre tenían un nombre en común: el chef Dupont.

Con su excusa de no servir comida sin categoría a sus comensales, y la ausencia de su abuelo del país, la mayoría de los platos que cocinaba terminaban en el cubo de la basura, desperdiciando comida y tiempo. Sin mencionar la vez que estrelló su plato de pasta contra la pared porque no estaba al dente, o pisoteó sus escalopas porque "estaban crudas". Su peor día hasta ahora fue cuando vació sobre su cabeza un plato de sopa de cebollas porque no sabía a la olorosa verdura. ¿Quién mierda se creía, Gordon Ramsey? Ni siquiera él haría algo como eso.

Recordaba muy bien como le había tocado seguir trabajando así, pues ni siquiera le permitió ir a cambiarse. La rabia de su abuelo fue monumental al igual que la pelea que tuvo con su socio por teléfono. Aunque a su parecer, eso solo empeoro las cosas.

Sin embargo, no podía decir lo mismo cuando estaban fuera de la cocina. Dulces, helados, regalos, clases privadas para enseñarle uno que otro truco, eran unas de las tantas cosas que Dupont le ofrecía a Sanji. Dentro de la cocina parecía un auténtico demonio que lo humillaba y fuera de ella era un galante caballero que le ponía el mundo a sus pies; cosa que confundía al rubio cada vez más.

«Tal vez es bipolar o solo odia dirigir la cocina» Pensó el rubio más de una vez.

Esa noche en particular, entraba al departamento de Dominique y su compañero Harcourt, el saucier (encargado de las salsas), cabizbajo. Ese podría ser considerado el peor día de su vida: desde que llegó al restaurante luego de sus clases a empezar con los preparativos de su estación, Dupont no había dejado de atacarlo refregándole lo poco que sabia y lo mal que estaba haciendo su trabajo.

El punto de quiebre llegó cuando sus platos cayeron justo frente a sus ojos, antes de ser pisados sin piedad. Uno tras otro al cubo de basura. En ese servicio, Sanji no pudo sacar ni un solo plato fuera de la cocina. No había mayor deshora que esa para un cocinero.

—¿Quieres comer algo? —preguntó Dominique con cautela—. Puedo prepararte cualquier cosa.

—No, gracias. Tomare un baño e iré a dormir. Buenas noches —susurró, antes de alejarse corriendo al baño.

La pareja de jóvenes se miraron preocupados y con molestia brillando en sus ojos.

—Ese malnacido está aprovechando que Zeff no está para joderle la existencia al mocoso.

I Promise (Zoro x Sanji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora