Capitulo 15: Heartbeats

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" El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada"

Gustavo Adolfo Bécquer


7 de julio (viernes)

—Buen trabajo a todos. Retírense.

—¡Muchas gracias! —exclamaron sus kōhai con una reverencia y se dirigieron a las regaderas seguidos del espadachín.

Un bostezo escapó de su boca mientras caminaba hasta su locker, despidiéndose de los kōhai que iban saliendo. Zoro, al igual que sus compañeros, había conseguido un trabajo de medio tiempo; y como capitán, tuvo que hablar con los miembros del club para convencerlos de cambiar el horario de prácticas. Por suerte, muchos de los de tercero tenían los mismos planes y los de años inferiores estuvieron de acuerdo.

Sin embargo, ahora se levantaba mucho más temprano que cuando llamaba a Sanji y le estaba costando más de lo que pensaba. Aunque llegara exhausto debía estudiar y hacer sus deberes o su beca estaría en juego.

Justo en ese momento, luchaba por no quedarse dormido mientras el profesor explicaba una formula en el tablero. Podía escuchar en la lejanía la voz de Sanji intentando despertarlo cuando el sueño lo vencía. Sobrevivió a las clases de la mañana y luego de "tragar entero" su bentō; se acomodó en su asiento disponiéndose a dormir. Siendo seguido no mucho después por Usopp.

—Oye, si comes después de dormir te convertirás en una vaca —comentó Franky divertido.

—Yo no creo en supersticiones. Déjame dormir...

—Cielos.

—A Zoro-san y Usopp-san les está tocando duro —habló Brook preocupado.

—Bueno, a diferencia de nuestros clubes no pueden darse el lujo de faltar un día o dos. Menos si su último campeonato será en un par de meses.

—Además, para un amante del sueño como Zoro, debe ser difícil —dijo Nami, succionando algo de jugo de naranja de la cajetilla.

—¿No hay algo que podamos hacer? En el trabajo que tiene ahora un microsueño podría ser peligroso —explicó preocupado Chopper, haciendo que Sanji chasqueara la lengua molesto.

—Ese idiota... Si es demasiado para él debería decirlo.

—Zoro, es muy orgulloso. Dudo que nos lo diga.

—Por ahora, solo dejémosle descansar —susurró Robin, acariciando el verde cabello enterneciendo a todos. Sanji sintió una punzada al verlos. Cada vez que veía esos detalles en la pareja no podía evitar sentirse incómodo y para ser franco, no era por su dama.

 Cada vez que veía esos detalles en la pareja no podía evitar sentirse incómodo y para ser franco, no era por su dama

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I Promise (Zoro x Sanji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora