I Promise (Zoro x Sanji)

Capitulo 5: Lo que no puedes ver.

"No todos los enamorados son novios, otros son solo "amigos"

18 de abril (Martes)

Un gran suspiro salió de la boca del pelinegro mientras miraba el azulado cielo desde la azotea de la escuela. A pesar de ser mediados de abril aún hacia algo de frío, sumado a los pocos rastros del invierno que insistían en quedarse. Al parecer la primavera tardaría un poco más en llegar. Bueno, esa era la menor de las preocupaciones de Law; lo que en verdad le preocupaba llevaba un sombrero de paja.

Desde que había participado en un par de actividades con el líder de los Mugiwaras, este último por alguna razón, no dejaba de acosarlo. Ese día, de hecho, había aprovechado la presencia de la diva de la escuela frente al pelinegro para escapar de un almuerzo con ellos. No era que los odiara, pero, ¿pueden dos personas ser amigos solo por haber hecho un trabajo juntos? Era difícil de creer.

Dio un sorbo a la caja de té que sostenía cuando el sonido de la metálica puerta llamó su atención. La azotea era un lugar restringido para los estudiantes por lo que estaba bajo llave. Solo sabía de 3 personas que tenían una copia de esta y eran él, Ace y el chico pelirrojo que se asomaba al exterior.

—Así que aquí estabas. Si este es tu nuevo escondite, Mugiwara, lo encontrara pronto.

—¿Qué haces aquí? —preguntó con su usual seriedad—. Tu séquito de idiotas pensara que te gusta andar con un nerd.

—Gracias a ese nerd su líder pasa los exámenes, así que no hay problema.
 

«¿Acaso esta orgulloso de eso?», pensó Law extrañado, negando con la cabeza.

—Toma —indicó Kidd, lanzándole una bolsa. Law no tenía que revisar para saber lo que había: onigiris y una bebida Calpis.

—No tienes que hacer esto.

—Cállate y come —ordenó, quitándole la cajetilla y tomándose lo poco que quedaba. El pelinegro se hizo a un lado, haciéndole un gesto para que se sentara. Los ojos rojos recorrieron la delgada figura de Law. Había perdido bastante peso desde la última vez que se vieron y sus ojeras se marcaban mucho más. Apretó los puños con fuerza rechinando los dientes.

‹‹Ese desgraciado... ¿Acaso piensa matar a su propio hijo? Si solo pudiera separarlo de él››, Pensó Kidd, cerrando los ojos con molestia.

—Deja de hacer esas caras, me molesta.

El Pelirrojo exhaló. Para él era difícil controlarse cuando pensaba en el padre el chico.

—No puedo evitarlo. Lo mataría si pudiera.

—¿Y qué vas a conseguir con eso?

—Salvarte por supuesto. Acabaría con él de un golpe —afirmó, golpeando un puño en su mano; a lo que Law solo suspiro.

—Te mataría antes de que te dieras cuenta. Solo lo ayudaras a deshacerte de ti más pronto.

—No le das la importancia que debes —resopló con fastidio el pelirrojo.

—Porque no la merece. Además, solo me faltan seis meses para cumplir 18.

—En seis meses pueden pasar muchas cosas.

—¿Crees que intente algo? Te preocupas demasiado —comentó Law, riendo un poco.