I Promise (Zoro x Sanji)

Capitulo 3: Gusto en conocerte.

"Se eternizó el instante, porque al verte sobre ti se volcó toda mi vida"

Alfonso Orantes

03 de abril (Lunes)

—Tarde, tarde, tarde —se repetía el rubio una y otra vez mientras corría. Aún no podía creer que se hubiese quedado dormido. La emoción de ver de nuevo a su querida Nami-san y Robin-chan había influido en su desvelo o tal vez pasarse la noche entera viendo una saga de películas.

—¡Oye, Sanji! —Escuchó la alegre voz que lo llamaba y recibió un manotazo en la espalda a modo de saludo.

—Buenos días, Luffy. ¿También te quedaste dormido?

—Sip —respondió orgulloso—. Tenía planeado no venir, pero Shanks me obligo.

—¿Con que te despertó hoy?

—Me tiro de la cama —respondió, haciendo un puchero.

—Al menos no te arrojo agua como la otra vez —comentó burlón, negando con la cabeza—. ¿Porque no puedes levantarte temprano? ¿Acaso eres masoquista?

—Lo que pasa es que Shanks no sabe despertarme. Un padre no debería hacerle eso a su hijo.

—Y un hijo debería madrugar y no darle esos problemas a su padre.

El pelinegro soltó un bufido inflando sus cachetes al verse en evidencia. Sanji solo sonrió, no podía evitarlo. Así era el líder de la "banda" a la que pertenecía, un amable idiota sin remedio. Aceleraron el paso al ver a uno de los profesores cerrar la reja de la escuela, logrando entrar por los pelos.

—Eso estuvo cerca.

—¡Chicos! —Llamó una femenina voz conocida por ambos.

—¡Nami-san! —saludó animado, dando vueltas alrededor de la peli naranja.

—¡¿Qué hora creen que es?! —regañó, posando las manos en su cintura con enfado—. Vamos al gimnasio, la ceremonia va a empezar.

—Lo siento, Nami-san, me desvele tratando de elegir mi mejor vestimenta para nuestro reencuentro.

—¿Enserio? ¿Entonces porque viniste en uniforme? ¿Tienes la ropa en tu morral? —preguntó inocente Luffy, ganándose una mirada de cabreo por parte del rubio y una risa divertida de la chica.

—Suficiente, síganme.

Corrieron apresurados hasta el gimnasio, ubicándose al final de la fila. Sanji pudo divisar más adelante a sus compañeros de aventuras adormilados ante las palabras del director. Tercer año de preparatoria. Que rápido pasaba el tiempo. Un año más y podría empezar a estudiar finanzas para alegría de su padre y porque no, la suya también. La ceremonia terminó con prontitud y recibió un efusivo saludo de parte de Usopp y Chopper, sorprendido al ver el cambio del primero.

—¿Usopp? Casi no te reconozco. ¿Estuviste haciendo ejercicio? —preguntó, pinchando con su dedo los marcados músculos en su brazos, haciendo que inflara el pecho orgulloso.

—Bueno, tenía algo de tiempo libre.

—Entonces debiste ir a jugar a mi casa —se quejó Luffy.

—Tal vez quería salir del trió de cobardes.

—Tengo mis razones. Por cierto —carraspeó incomodo, tratando de cambiar el tema—, ¿ya miraron el tablón de anuncios? ¡Todos estaremos en la misma clase este año!