Capitulo 8: Cita.

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"He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: 

solo con el corazón se puede ver bien;  lo esencial es invisible a los ojos."

Antoine de Saint-Exupery (El principito)


29 de abril (sábado)

La joven peli rosa se miraba en el espejo una y otra vez, asegurándose de que su atuendo luciera perfecto. Se había decidido por un buzo de rayas verde y blanco, y un short de jeans azul claro que combinaba con los converse amarillo pálido. Sonrió satisfecha y se sentó en el tocador a retocar su maquillaje cuando escuchó golpes en la puerta.

—¿Puedo pasar?

—Si —avisó, viendo por el reflejo del espejo a su peliverde hermano entrar y cruzarse de brazos en la pared—. Es raro verte por aquí. ¿Qué pasa?

—Quería asegurarme de que hubieras cambiado de opinión.

—¿Todavía sigues con eso? —preguntó, rodando los ojos hastiada—. Solo es una salida de amigos no es nada del otro mundo —afirmó, mientras se rociaba con perfume.

—Él no lo ve de esa manera.

—Estas alucinando. Solo quiere algo de compañía.

—Que conveniente que sea la hermana de su enemigo quien lo acompañe.

—Zoro... —siseó, lanzándole una mirada de advertencia.

—Enserio, no sé qué piensas al salir con un tipo que apenas conoces. Ni siquiera yo lo conozco bien. Además, ¿por qué tienes que enseñar tanto las piernas? ¡Cámbiate!

—¡Que molesto! —chilló, levantándose de golpe para encararlo—. Estas peor que papá. No es como si fuese a salir con él, solo quiero un poco de información. —La joven se detuvo en seco y se alejó chasqueando la lengua al haber hablado de más.

—¿Información? ¿De qué...? Espera, no me digas que... —Zoro la observó incrédulo cuando cayó en cuenta de la situación. Resopló fastidiado rascando su cabeza—. No tienes que hacer esto por mí. Yo buscare otra forma de sacarle algo.

—¡No lo hago por ti, es pura curiosidad! —replicó, posando las manos en sus caderas y apartó la mirada—. Además, tampoco quiero escucharte lloriqueando de nuevo preguntándote donde está.

—¡Yo no lloraba!

—Mentiroso —reprochó. Tomó aire con lentitud e intento calmarse—. Escucha, yo también quiero saber porque te dejo esperando en ese lugar. Depende de lo que me diga la dejare verte o no.

—No es como si tuviera manera de decirme que no iría. No tener casa propia tampoco ayudo.

—Eso no lo justifica. Lo pasaste muy mal ahí, por eso tu...

—Suficiente —sentenció, lanzándole una seria mirada que la intimido. Perona bajo la cabeza cual niña regañada.

—Lo siento...

—No, discúlpame —dijo recuperando la compostura. Ella solo trataba de ayudarlo—. Dejare que te reúnas con él, pero te vigilare de cerca.

—Pero...

—Luffy es muy ingenuo y confía fácilmente en las personas. Hoy será una buena oportunidad para juzgarlo, ¿no crees?

—Está bien —respondió, luego de pensarlo un momento. Aunque supiera como defenderse, el estar a solas con alguien que no conocía del todo la ponía algo nerviosa—, pero no se te ocurra interferir a menos que sea absolutamente necesario, ¿está claro?

I Promise (Zoro x Sanji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora