I Promise (Zoro x Sanji)

Capitulo 23: Tras de ti

Me encontraba de nuevo donde había empezado: con nada, salvo mi soledad.

Arthur Golden

04 de septiembre (lunes)

—¡Ah, que calor! —Se quejó el peliverde mientras bajaba las escaleras. A pesar haberse dado un baño hace unos minutos, podía sentir como empezaba a transpirar con rapidez. Aunque la temperatura había bajado todavía se podían sentir los vestigios del verano aferrándose al otoño que se aproximaba.

—Buenos días, hermano.

—Buenos días, Zoro —saludó Mihawk, alzando la vista por encima del periódico que leía.

—Buenos días —Se sentó a la mesa y un humeante tazón de arroz, sopa miso, nukazuke (1), huevos fritos con salchichas y ensalada, fue servido frente a él.

Sacó su celular del bolsillo y revisó los mensajes que mandó al rubio el día anterior. Resopló al ver que aún no los había leído. Algo extraño, puesto que en las últimas semanas no se demoraba en responder. ¿Acaso estaba tan ocupado con sus padres como para ignóralo?

—Hermano, sin celulares en la mesa.

—Sí, sí. Gracias por la comida.

Agradeció y empezó a comer en silencio, ajeno al parloteo de su hermana. La verdad, no imaginó que se sentiría tan deprimido luego de haber terminado con Robin; y era de esperarse. Que no la amara, no significaba que no la quería; luego de más de dos años juntos, era normal que hubiese desarrollado un afecto más íntimo que la amistad. Aunque no lo suficiente para ser pareja.

Justo cuando terminó de desayunar, el sonido del timbre le aviso que ya habían llegado a recogerlo. Escribió en la pizarra y con un perezoso "Me voy" se despidió y salió de la casa. Un sonriente Luffy le saludó.

—¡Buenos días, Zoro! ¡Tiempo sin vernos!

—Que exagerado. Solo fue una semana.

—Jajaja, ¿enserio? Seguro fue por... —La explicación de Luffy se perdió en algún lado mientras miraba a su alrededor buscando la rubia cabellera, sin éxito. ¿Se le habría hecho tarde? Que inusual.

—Oye, ¿y el cocinero?

—¿Eh? Sanji no vendrá. Sus padres regresan hoy así que pasara el día con ellos. Me escribió ayer para avisarme, ¿no te lo dijo? —preguntó extrañado el pelinegro. Zoro solo chasqueó la lengua, frunciendo el ceño. ¿Tenía tiempo de hablar con los demás, menos con él?

—Parece que se le olvidó mencionármelo.

—Bueno, no te preocupes —animó Luffy, palmeando su espalda—. Podrás verlo mañana.

—N-no es como si quisiera verlo.

—Claro, claro pero, me alegro por ustedes. Aunque pelean a diario por tonterías, se han vuelto buenos amigos.

—¿Tú crees? —preguntó, algo incómodo. Si su amigo supiera que era algo más que eso seguro se desmayaría.

—Estoy seguro quetodos piensan lo mismo —respondió con una sonrisa y Zoro resopló. Quizás solole estaba dando más vueltas de las que debería. Sin embargo, esa tarde cuandole escribió al rubio, ofreciéndose a llevarle los apuntes del día, un escueto "No las necesito" basto parahacerle dudar    

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05 de septiembre (martes)