Capitulo 44: For the future

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"Te debo las mejores y quizás las peores horas de mi vida

y eso es un vinculo que no puede romperse"

Jorge Luis Borges


17 de marzo (Sábado)

Sanji bajó del taxi que había tomado rumbo al centro de la ciudad y abrió la puerta del mediano consultorio que conocía muy bien. La recepcionista lo saludó con familiaridad y él sonrió con la galantería que lo caracterizaba. Tomó asiento y recorrió el lugar con sus ojos sintiendo una mezcla de ansiedad y nostalgia en su pecho. Parecía que fue ayer cuando pisó aquel consultorio por primera vez en compañía de Zoro y de su abuelo; lleno de miedos, dudas y remordimientos, dando el primer paso hacia su recuperación.

—Sanji Vinsmoke, puede pasar por favor —anunció la joven recepcionista y se encaminó a la familiar puerta marrón. Al abrirla, encontró a la mujer peli azul escribiendo en una planilla. Sus ojos azulados se encontraron con los suyos y le sonrió con esa afable sonrisa tan característica suya. En verdad la extrañaría.

—Buenas tardes, Sanji-san. Qué bueno verte de nuevo.

—Lo mismo digo. Siempre es un placer verla.

—Jaja, tú caballerosidad parece salir por tus poros últimamente —comentó riendo discretamente, a lo que Sanji se encogió de hombros recostándose en el mullido sofá.

—Bueno, creo que lo de caballero y galán verdaderamente hace parte de mí.

—Sí, eso parece. ¿Cómo te has sentido?

—Nervioso, emocionado, triste, feliz... ¿Es posible sentirlas todas a las vez?

—Es normal cuando estas por dar este gran paso en tu vida.

—Se siente tan irreal por momentos, pero ahora más que nunca estoy convencido de que es lo mejor.

—Si. No será fácil, pero solo de ti depende enfrentarte a todo aquello y superarlo por completo. Aunque debes recordar que no estás solo en esto, todos te estamos apoyando.

—Sí, ese pensamiento de soledad desapareció —comentó con una sonrisa al pensar en todos las personas que lo habían ayudado—. Me siento en verdad afortunado de tener amigos tan increíbles, y ni qué decir del abuelo; me ha apoyado demasiado. Por supuesto, te agradezco a ti también.

—En verdad me alegra. ¿Y qué hay de Zoro-kun?

Sanji cerró sus ojos al escuchar su nombre y un suspiro anhelante se escapó de sus labios, llevando una mano al collar en su pecho, acarició el dije.

—A él...no solo le agradezco. Yo...voy a extrañarlo más que a nadie.

—Ambos estarán bien —alentó Tristan—. Su relación se fortaleció muchísimo desde aquella vez.

—P-por favor no lo menciones —replicó el rubio cubriendo su rostro muerto de vergüenza sacando una risilla a la joven.

—¿Porque no? Fue algo muy hermoso, ¿no es así?

El rubio asintió luego de un instante dejando su memoria fluir hasta aquel fin de semana. Aun recordaba la incomodidad en su espalda baja y como el dolor de estómago lo hizo resoplar más de una vez, sin embargo, no cambiaría absolutamente nada.

Ese fin de semana en el que se aislaron del mundo y se amaron sin reparo. Los besos, las caricias, los abrazos, las risas que compartieron, las conversaciones que tuvieron, los sueños que confesaron; el fundir de sus cuerpos sin reservas entregándose el uno al otro por completo.

I Promise (Zoro x Sanji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora