Capítulo 5: Mensajera

23 3 0
                                    

Morder, rasgar, cortar, saltar, esquivar, observar, caer, desesperar, perder y resignar, acciones y sentires que, en cuestión de instantes, recorrían y dominaban su agotado cuerpo, reflejado en su respirar pesado mientras mantenía la mirada fija en aquel cielo de penumbras que regresaba, con tortuosa lentitud, a los característicos tonos celestes de la calma; como si nada hubiera ocurrido.

No encontraría heridas en su cuerpo, sin embargo, el dolor experimentado sería similar a tener incontables de ellas, algunas anunciándose como obsequios de bienvenida a la inconsciencia que amenazaba con reclamarle en su reino. Algo que no podía permitirse, no por el momento. La prioridad sería ayudar a quienes lograron conservarse de pie, cuyas expresiones de misma furia y derrota les impidiera abandonar la atención del cielo ya despejado, en aquel punto del vacío donde todo había comenzado y terminado.

Parecería que, sin importar sus esfuerzos, prevenir a otros resultaba en una imposibilidad innegable, conllevando a ver sus esfuerzos y energías desgastados en amargos fracasos en los que solo aprendía a no ser suficiente.

Con cuerpo afligido por el dolor de heridas inexistentes, se obligo a abandonar la firmeza del suelo, su sitio de descanso para apreciar, desde la cercanía, el desagradable final repetitivo. Con una nueva posición de sentado, se permitió observar el espectáculo de fuego, gritos y maldiciones propiciadas por algunos Dragmaros que eran victima del mismo amargo sentimiento de derrota, junto a ellos, otros habitantes del poblado, correspondientes a las distintas razas, doblarían sus esfuerzos por salvar lo posible de las ruinas de los edificios, atendiendo con urgencia a los de heridas más graves y lamentando las perdidas generadas, conscientes de haber sido advertidos y, aun así, no lograr detener la desgracia.

Otro poblado más donde sus usuarios de magia eran tomados por aquellas cadenas y sus mejores guerreros derrotados por el creciente número de criaturas de oscura brea, seres de gran fuerza, velocidad y astucia que eran capaces de paralizar las amenazas con un solo golpe, ordenados por una de las dos figuras cubiertas que perpetraban el acto incomprendido.

Un patrón fácil de comprender cuya intervención y anulación desataba la caída y daño de quienes lo intentara. Aparecer, tomar, debilitar y desaparecer.

Lo había expresado antes, esconderse no funcionaba, imponer barreras y preparar guerreros tampoco había resultado en los otros poblados por donde habían atacado. Negociar ni siquiera se presentaba como remota posibilidad, abandonar y dispersarse resultaba en la única manera de reducir el número de bajas.

El resultado siempre era el mismo, dejando pruebas de furia, confusión y desasosiego que no encontraban paz ante la nueva ausencia y los daños bajo responsabilidad de quienes quedaban como testigos, tal y como había sucedido antes en su primer encuentro, donde su luz fue consumida por una de aquellas criaturas y su pueblo saqueado de usuarios de magia, marcando un punto de perdición y dolor que, bajo el doloroso pesar de reconocerse como alguien cobarde por optar el escapar antes de continuar defendiendo, enfrentó con todas las culpas y pesares para ayudar a quienes quedaban, las familias rotas, amigos perdidos y lideres desaparecidos. Habilidades del día a día que debieron ser tomadas por otras manos.

Esto es solo el comienzo, nosotros solo fuimos un punto de camino, otros pueblos enfrentarán la misma desgracia

Las palabras de la única jefa sobreviviente fueron gélidas, tal y como se esperaría de una centauro nativa de aquellos climas, un golpe de realidad para los restantes que debieron sepultar bajo el mismo hielo sus penas para reparar lo dañado, comenzando los planes de advertencia a los poblados cercanos que aun no fueran victimas de la desgracia, precisando para ello un mensajero cuya fortaleza no fuera afectada por el abandono de los fuertes vientos de hielo para viajar por los climas templados colindantes.

OnirkosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora