Capítulo 31: Capitán D'Assier

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El contacto de su piel con la tan anhelada agua salada de mar repercutió de manera placentera y añorada en todo su ser, una sensación tan plena que no tenía prisa por abandonar, más no sería motivo suficiente para permanecer en quietud, obligando a su cuerpo entero a destensar cada uno de sus músculos y comenzar veloz carrera en una dirección más que grabada dentro de su memoria, siempre descendente, un viaje en picada que, por primera ocasión, no provocó la necesidad de retar a sus habilidades en contratiempo; precisaba de aquel trayecto para organizar cada una de las incógnitas dentro de su mente.

— Confieso que este viaje, el silencio y la calma me producen la somnolencia suficiente para querer regresar con los otros miserables.

Su entorno no podría estar completo sin la presencia de la Banshee, quien, cual pequeña demandante, le siguió en su viaje, encontrando divertido el recostarse sobre su espalda y tomar como riendas de control algunos mechones de su cabello para tirar de ellos solo por diversión.

Aun con sus intentos por ser una molestia, su presencia era bien recibida por quien lideraba el trayecto, compartiendo un sentimiento de agradecimiento ante la compañía junto a una naciente incertidumbre sobre el cómo reaccionarían los suyos ante la presencia de un ser de la superficie, ¿Le atacarían?, ¿Luika les haría daño?, una encrucijada mental que se mostraba como una revelación a la posibilidad de una mala elección al mantener su cercanía en el viaje.

— Más vale que el lugar tenga algo digno de diversión, o muchas aletas se tornarán sangrientas —Amenazas con un tono carente de hostilidad, palabras de gran peso a las cuales tener consideración.

Sin importar el lugar, la presencia de Lúika siempre exigiría una atención y precaución ante sus comentarios y acciones, intentar entender su actuar solo desencadenaría la demencia y hostilidad en aquellos de poca paciencia.

Quizá, el que la Banshee le siguiera resultaba en lo más favorable para quienes habían permanecido en la superficie, lidiando con sus propios tormentos; una apuesta incorrecta si ahora consideraba llevar ese peligro ante los suyos.

Con los cazadores teniendo un aparente control de la situación, e incluso con el hombre que había estado abrumándole ahora actuando con el cuidado y respeto correspondiente, pocas preocupaciones le impedían emprender su viaje en solitario, bastando una sutil confirmación por parte de los pequeños para emprender veloz carrera en dirección al mar, sonriendo con emoción al poder saltar e impactar con el agua, confundida en un inicio por los gritos de enfado de la madre de los pequeños, entendiendo luego de que su campo de visión enfrentó los retazos de tela de lo que antes fue su vestimenta.

En tierra, sus transformaciones requerían, previamente, el despojarse de su atuendo. La emoción del momento le hizo olvidar ese detalle, sucediendo lo inevitable; una vez saliera del mar tendría que buscar con que proteger su cuerpo.

El cambio en la temperatura del agua se encargó de recobrar su atención, al mantenerse en sus pensamientos, su cuerpo había continuado el viaje, ajeno de los cambios de luz y presencia animal o vegetal de los alrededores, incluyendo entre esos elementos el ahora inusual silencio de la Banshee.

— ¿Qué dereimos es eso?

Bajo la poca luz que aún lograba llegar a tales profundidades, una grieta de considerable tamaño se hacía presente; la entrada que se encontraba siempre abierta para ella.

Acelerando el trote, su cuerpo reflejo su anhelo por regresar donde los suyos, ignorando la casi imperceptible sensación de hormigueo que le recorrió; inofensiva para ella pero no para su acompañante.

Un grito desgarrador, agónico y taladrante detuvo su andar, girando en dirección del origen, enfrentando la figura de expresión molesta de la Banshee que se mantenía firme por sobre la grieta de entrada.
Por sus gestos y el movimiento de su boca, resultaba evidente el hecho de que se encontraba exigiendo explicaciones, algo que la abisal no lograría otorgar ante la ausencia de sonido desde su sitio.

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