Epílogo

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7 meses después

Los banderines de colores decoraban todos los alrededores, emblemas y escudos de los héroes y guerrero de renombre, algunos representando a personajes históricos de los pueblos y leyendas, duelos musicales entre grupos locales y forasteros, no permitiendo al silencio y la calma presentarse.

Bullas, carcajeos, competencias, victorias y derrotas; un gran espectáculo digno del más grande festival en la ciudadela.

Las calles completas fueron abarrotadas por mercaderes, las subastas y ofertas eran el coro tentador para todos los pasantes; nadie lograba escapar sin realizar cuando menos una compra.

La plaza central fue convertida en una gran pista de baile, invitando no solo a aparejas y amigos a participar, incluso los más carentes de coordinación fueron bien recibidos.

Experimentados se permitieron disfrutar de la calma, los novatos y principiantes propagaron la emoción, los mercaderes y algunos estafadores se llenaron los bolsillos; un ganar y ganar.

Aún con el ambiente del exterior, uno de los edificios no se permitía ser opacado, teniendo en su interior un ambiente similar de celebración, mostrando un tabloide de anuncios convertido en un cartel de celebración, mesas de debate apiladas y decoradas con costosos y preocupantes obsequios, el centro de información fue convertido en un amplio comedor preparado para alimentar a un basto ejército.

Cuando se trataba de lucirse, el gremio no se permitía cabida a las pequeñeces, mucho menos cuando se trataba de una celebración a favor de uno de sus miembros más respetados.

Cuando la noticia de que los pequeños de cierta pareja celebrarían pronto su aniversario de nacimiento, los grupos y gremios comenzaron una lucha feroz y campal por convertirse en la sede de tal evento, algunos buscando el favor de la informante, otros pagando servicios especiales del cazador y otros más solo buscando la manera de acercarse, teniendo de oportunidad el vaciar un poco sus bolsillos para el incremento del ego y ambición de dos superdotados.

Para Géraki era sencillo, utilizar su propio hogar como una sede de reunión no era ni prudente o siquiera una opción, jamás permitiría exponer la comodidad y seguridad de su hogar solo para el disfrute de un día, que mejor que negociar por el mejor postor.

Kia, por su parte, solo buscaba lo que le causara menos estrés y mayor beneficio, con su nuevo estado incapacitado le era complicado gestionar planes y alternativas, delegando la mayoría de ellas a su pareja e, incluso, tomando en consideración la participación del par de involucrados principales.

Vipmon, ahora referido como Kai, también había tomado participación, ofreciendo su propio centro de estudio y entrenamiento como lugar anfitrión para el evento de celebración, respaldado por sus nuevos estudiantes y seguidores.

Después de cuantiosa semanas de debate y estudio, un sentimiento nostálgico los llevó a elegir la ciudadela de Rhabal cómo zona de destino.

Su intento por crear un evento reservado fue eclipsado cuando la noticia se exparció cómo polvora, teniendo a incontables cazadores, guerreros y aventureros merodeando por la zona, cargando en brazos tesoros, reliquias y demás presentes en espera de ser entregados a los celebrados.

— Juro que si veo otro arco encantado sobre la mesa, me encargaré de preparar y encender una hoguera —Se quejó la mujer, estudiando por innumerable ocasión la cantidad de ofrendas que fueron dejadas sobre el área de obsequios— ¿Cuántos arcos creen que pueden necesitar?

— Siempre pueden conservarse como recuerda y equipamento de emergencia, no seas tan dura —Animó el complacido elfo ante la cantidad de objetos entregados, reconociendo incluso que algunos de ellos eran rarezas poco usuales— Además, pueden ser prestados a quienes los necesiten —Sus manos serpentearon por el cuerpo de la mujer, rodeando su cintura y reposando sobre el abultado vientre crecido de ella.

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