La llamada

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Decidió que ya no había vuelta atrás y que estaba dispuesta a correr el riesgo.

Mientras revisaba la página, descubrió que su oferta aparecía cómo destacada al inicio del perfil. Se horrorizó al verse allí, expuesta ante tantos miembros depravados.

Googleo el nombre de su ofertante, pero no encontró nada que pudiera conducirlo a él. Eso la tensó más. Necesitaba saber que no iba a reunirse con un asesino, psicópata o, peor aún, un mafioso.

De: KityVirgin

Para: NikPopov30

Mensaje:

Su oferta me parece adecuada y la acepto. Por ahora.

Por favor, dígame dónde y cuándo podemos reunirnos para comprobar si existe química y pasar al siguiente nivel.

Se quedó esperando su respuesta, pero nunca llegó y se armó de valor para ir a la estación de policías más cercana.

Aunque su hermana le había advertido que no realizara la denuncia por la desaparición de su madre, la hizo igual. Entregó todos los testimonios correspondientes y ofreció una fotografía reciente para la investigación.

Regresó a casa cansada, pero no física, sino emocionalmente. Tenía jaqueca y ansiedad.

Cuando llegó, se paralizó al ver la verja de su casa abierta. Se emocionó al creer que su madre había regresado.

—¡Mamá! —chilló, recorriendo el lugar.

Pero se encontró con Josué, su novio y, aunque la joven no esperaba verlo en ese momento, se derrumbó entre sus brazos a llorar.

Él trató de tranquilizarla y la acunó en el sofá junto a su cuerpo.

—Mel me dijo lo que estaba ocurriendo. Traté de llamarte, pero me dijo que no tenías teléfono —susurró él sobre su frente, consolándola con su ternura.

Ese era su problema. Era demasiado tierno. No había masculinidad, perversión ni deseo en él. Sus caricias eran las caricias de un hermano, no de un novio que le hacía hervir la sangre.

—Mi mamá no aparece, Josu, no sé qué voy a hacer. —Se secó el rostro con las manos—. Hice la denuncia, pero sigo intranquila. ¿Y si no vuelve?

Su novio le miró con tristeza y no supo qué responderle. Quiso desviar la conversación.

—Te traje comida. —Señaló la cocina.

—No era necesario —susurró ella cabizbaja.

Estaba muy avergonzada.

Josué ignoró sus palabras y la tomó de la mano para llevarla hasta la cocina. Le mostró las compras que había realizado para ella.

Ella le agradeció, pero se mantuvo avergonzada durante el resto de la tarde. No estaba avergonzada por lo que él había hecho por ella, sino, por lo que ella le estaba haciendo a sus espaldas.

Eso de rematar su virginidad con un desconocido era más grave que cualquier otra cosa, pero, a tiempos desesperados, medidas desesperadas.

Josué se marchó algunas horas después. Tenía que cubrir un turno en el supermercado.

Por un breve instante, Kiara se olvidó de "NikPopov30" y se dedicó a limpiar su casa.

Mientras limpió y cenó, aprovechó para estudiar. Trabajaba en un proyecto para su taller de "Creación del personaje" y cuando encendió su computadora para investigar, descubrió que tenía un mensaje proveniente de "NikPopov30".

El mejor compradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora