Imaginar

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Por supuesto que él estaba allí, mirándola desde la oscuridad.

Cuando Miguel, su hombre de confianza regresó, el coche partió.

—Cuéntame —pidió el taciturno hombre desde el fondo del moderno coche.

Miguel se tomó el atrevimiento de voltear en su asiento y mirarlo a la cara.

Al resto del mundo, Nikolay les resultaba intimidante, pero a él, quien lo había visto crecer, le parecía cercano, casi como a un familiar.

—Estaba muy asustada —reconoció el empleado de Popov y pensó con prisa en "Kity"—. También se veía sorprendida.

—¿Cómo es su voz? —curioseó Nikolay.

Se deslizó en el sofá del vehículo para escucharlo mejor.

Antes de llamar y conocer a las mujeres que contactaba para satisfacer sus necesidades, le gustaba imaginar su voz, sus rostros y soñar despierto antes de un primer encuentro.

Miguel pensó en qué responder y recordó otra vez las pocas palabras que había intercambiado con la jovencita.

—Muy suave y... —recordó.

—Descríbemela —exigió Nik sin pelos en la lengua.

—Tiene marcas en la cara, sobre todo en la zona de la frente y las cejas, producto de alguna enfermedad, es muy probable —explicó. Nikolay asintió. A él le gustaban las mujeres reales, con marcas, estrías, pechos fláccidos, regordetas, sin curvas, con curvas, etc. La lista era infinita—. Las pecas le ayudan a esconderlo —recordó pensativo. Popov abrió grandes ojos. Le volvían loco las pecas y los lunares—. El cabello es natural, un color miel muy delicado, como su voz y... y su nariz es pequeñita —describió. Nikolay se rio al imaginarla preciosa—. Tiene mi altura. No sé, un metro cincuenta y ocho, sesenta, tal vez —especuló—. Estoy seguro de que la despertamos. No tenía nada de maquillaje, apenas podía abrir los ojos y...

—Pero estaba vestida —intervino Nikolay, pensativo y regresó a la oscuridad del asiento trasero para pensar mejor.

Si la habían despertado con su visita sorpresa, ¿por qué estaba vestida?

—Sí, buen punto —asintió Miguel—. Es una muchacha muy simple, señor. Cuando la conozca personalmente le va a gustar —indicó tranquilo, mirándolo a través de la oscuridad el auto—. Tenía un cuchillo en la mano —recordó de pronto.

—¿Un cuchillo? —preguntó Nikolay y salió de la oscuridad del fondo del vehículo para mirarlo mejor, muy sorprendido—. ¿Cómo qué un cuchillo? ¿De qué tipo?

—Con dientes —replicó Miguel—. No sé qué otros tipo de cuchillos hay —contestó su empleado, ignorante del tema.

—Existen mucho tipos de cuchillos —intervino el conductor, quien había estado atento a toda la conversación—. Jamonero, cocinero, de verduras, mondador, etc.

Nikolay se rio al imaginársela asustada. Que "Kity Virgin" tuviera pecas, marcas y sencillez le estaba haciendo volar. Ya quería escuchar su voz y adelantar las cosas para conocerla.

—¿Crees que temía por su vida? —Nikolay miró a Miguel y lo analizó con cuidado.

—Definitivamente.

Nikolay no preguntó nada más, pero pensó e imaginó a "Kity Virgin".

El viaje de regreso a la mansión familiar fue largo. Nik estaba ansioso por llamar a Kity y escuchar su voz, así que cuando llegaron, Miguel corrió a preparar el salón.

Abrió las cortinas para dejar ingresar luz natural y encendió la calefacción. Cuando todo estuvo listo, Miguel abandonó el lugar en silencio y Nik se preparó para llamar.

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