Podía sentir a todo el mundo mirándome, pero estaba acostumbrada a ello. Algo que mi padre me había enseñado a temprana edad, y con frecuencia, era a actuar como si nada me afectara. Cuando eres especial, como nosotros, la gente debía notarlo.
Era el último mes antes del final de noveno curso. El profesor sustituto nos estaba dando las papeletas para la elección de la corte del baile de primavera, algo que normalmente yo habría encontrado patético.
- Eh, Lisa, tu nombre está en esto -Mi amigo Kim Taehyung me dio un golpecito en el brazo.
- No creo -Cuando me giré hacia Taehyung, la chica que estaba junto a él... Nayeli, o tal vez Nayeon... bajó la mirada. Huh. Había estado mirándome fijamente.
Examiné la papeleta. No sólo estaba allí mi nombre, Lalisa Manobal, para príncipe/princesa de noveno grado, sino que era la clara ganadora. Nadie podía competir con mi aspecto y el dinero de mi padre.
El sustituto era uno nuevo que puede que todavía tuviera la falsa impresión de que porque Tuttle era el tipo de escuela que tenía una barra de ensaladas en la cafetería y ofrecía cursos de Chino Mandarín... es decir, una escuela donde la gente de auténtico dinero de Nueva York enviaba a sus hijos... no íbamos a meternos con él como los despojos de la escuela pública. Grave error. Pero no era como si el sustituto fuera a ponernos un examen, solo teníamos que pensar en cómo hacer que leer la papeleta y garabatear nuestras elecciones nos llevara toda la hora. Al menos la mayoría de los que estábamos allí. El resto se estaban escribiendo mensajes de texto unos a otros. Observé a los que estaban rellenando las papeletas mirar hacia mí. Sonreí. Cualquier otro podría haber bajado la mirada, intentar parecer tímido y modesto, como si se sintieran avergonzados de que su nombre estuviera allí... pero no tenía sentido negar lo obvio.
- Mi nombre también está -Taehyung me golpeó el brazo de nuevo.
- ¡Eh, cuidado! -Me froté el brazo.
- Cuidado tú. Tienes esa estúpida sonrisa en tu cara, como si ya hubieras ganado y estuvieras concediendo a los paparazzi la oportunidad de sacarte una foto.
- ¿Y me equivoco? -Sonreí más ampliamente, para molestarle, y lancé un saludo como en un desfile. La cámara del teléfono de alguien chasqueó justo en ese momento, como un signo de exclamación.
- No debería permitírsete vivir -dijo Taehyung.
- Vaya, gracias -Pensé en votar a Taehyung, solo por ser amable. Taehyung era bueno para las salidas cómicas, pero no tan dotado en el departamento de aspecto físico. Su familia no tenía nada de especial... su padre era médico o algo. Pondrían los votos totales en el periódico del colegio, y sería bastante embarazoso para Taehyung si quedaba el último o ni siquiera conseguía votos.
Por otro lado, sería guay si yo quedaba al doble o tripe de votos que el candidato más cercano. Además, Taehyung me adoraba. Un auténtico amigo querría que ganara a lo grande. Esa era otra cosa que mi padre siempre decía: "No seas tonta, Lalisa, no hagas las cosas por amistad o amor. Porque al final la única que realmente te ama eres tú misma".
Tenía siete u ocho años cuando me lo había dicho por primera vez, y había preguntado:
- ¿Y qué hay de ti, papá?
- ¿Qué?
- ¿Tu quieres...? ¿Me quieres? Nos quieres... a tu familia.
Me lanzó una larga mirada antes de decir:
- Eso es diferente, Lalisa.
Nunca volví a preguntarle si me quería. Sabía que había dicho la verdad la primera vez.
Doblé mi papeleta, para evitar que Taehyung viera que me había votado a mí misma. Por supuesto, sabía que él se habría votado a sí mismo también, pero eso era distinto.
Fue entonces cuando una voz llegó de la parte de atrás de la habitación.
- ¡Esto es asqueroso!
Todos nos dimos la vuelta.
- Tal vez alguien haya dejado un moco bajo su pupitre -susurró Taehyung.
- ¿Tú? -dije.
- Yo ya no hago esas cosas.
- Asqueroso -repitió la voz. Dejé de hablar con Taehyung y miré al lugar de donde procedía la voz, la freaky gótica sentada atrás. Era una tía gorda, vestida con el tipo de túnica negra larga que normalmente sólo ves en brujas y terroristas (no teníamos uniformes en Tuttle; a los padres les cabrearía no poder comprar en Dolce & Gabbana), y su cabello era verde. Obviamente un grito de socorro. Lo raro era, que nunca antes me había fijado en ella. A la mayoría de la gente de aquí la conozco de toda la vida.
El sustituto fue demasiado estúpido como para ignorarla.
- ¿Qué es asqueroso, señorita... señorita...?
- Hilferty -dijo-. Kendra Hilferty.
- Kendra, ¿Pasa algo con tu pupitre?
- Pasa algo con este mundo -Se puso de pie como si estuviera dando un discurso-. Algo muy malo, cuando estamos en el siglo veintiuno y esta clase de parodia elitista se sigue perpetuando -Sostuvo en alto su papeleta.
La gente se rió.
- Es una papeleta de noveno grado -Ofreció Taehyung-. Para escoger a la realeza.
- Exactamente -dijo la chica-. ¿Quiénes son esta gente? ¿Por qué deberían ser tratados como la realeza? Basándonos en... ¿qué? La gente de esta papeleta ha sido escogida única y exclusivamente por su belleza física.
- A mi me parece un buen criterio -dije a Taehyung, no demasiado suavemente. Me levanté.
- Eso es genia. Todo el mundo ha votado, y es a estos a los que han escogido. Es un proceso democrático.
Alrededor de mí se alzaron algunos pulgares, hubo algunos "muy bien, tía", particularmente de Nayeli o Nayeon. Pero noté que un montón de gente, sobre todo gente fea, permanecía en silencio.
La chica dio unos cuantos pasos hacia mí.
- Son ovejas, siguiendo al rebaño. Votan a la así llamada gente popular porque es sencillo. Belleza superficial, cabello rubio, ojos claros... -me estaba mirando-, siempre es fácil de reconocer. Pero si alguien es más valiente, más fuerte, más listo, es más difícil de ver.
Me cabreó, así que salté sobre ella.
- Si fueran tan listos, averiguarían como pueden tener mejor aspecto. Podrías perder peso, hacerte la cirugía plástica, incluso conseguir que te rasparan la cara y te blanquearan los dientes -Enfaticé el tú en la frase, para que supiera que me refería a ella y no solo a un grupo en general-. Mi padre trabaja en las noticias. Dice que la gente no debería tener que mirar a la gente fea.
- ¿Eso es lo que piensas? -Arqueó una ceja oscura-. ¿Que todos deberíamos transformarnos para ser como tú quieres que seamos, Lalisa Manobal?
Me sobresalté ante mi nombre. Estaba claro que nunca antes la había visto. Pero por supuesto ella si me conocía a mí. Todo el mundo me conocía. Probablemente sufría algún patético enamoramiento conmigo.
- Sí -dije-. Sí. Eso es lo que creo. Eso es lo que sé.
Se acercó a mí. Sus ojos eran de un verde brillante y su nariz era larga y aguileña.
- Entonces será mejor que nunca seas fea, Lalisa. Eres fea ahora, por dentro, donde realmente importa, y si alguna vez pierdes tu atractivo, apuesto a que no serías lo suficientemente lista o fuerte para recuperarlo. Lalisa Manobal, eres bestial.
Bestial. La palabra pertenecía a otra época y lugar. Me hizo pensar en cuentos de hadas, y sentí un raro cosquilleo, como si en el vello de mis brazos se hubiera prendido fuego a causa de su mirada. Me los froté.
ESTÁS LEYENDO
𝕭𝖊𝖘𝖙𝖎𝖆𝖑 (Jenlisa)
FanfictionUna bestia. No soy exactamente un lobo, ni un oso, ni un gorila, ni un perro, sino una criatura nueva y horrible que camina erguida. Una criatura con colmillos y garras y con pelo en todos los poros de mi cuerpo. Soy un monstruo. ¿Crees que esto es...