Capítulo once

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¿gane o perdí?  Te estaras preguntando. Dejame decirte que si,  que gane. Porque soy La mejor. Pero no fue sencillo y rápido.

Primero. Cuando el idiota de Eric ganó, porque si gano. Me presto las llaves y me dio una advertencia.―sera mejor que ganes niña. Y no quiero ni un solo rayon en mi preciosa.

Rode los ojos  ―no te preocupes, ganare.

Cameron que esa noche se veia buenísimo me observo con su seriedad, esa seriedad me encantaba igual que su seguridad, lo lamentaba por él pero yo iba a ganar. Nadie era mejor que yo. Estaba molesta además porque el idiota se interesaba mucho por Natalia. Si, lo quería de mi lado y necesitaba su ayuda, quería volver a mi cuerpo y a mi vida.

―¿estas listo?

―Alice, no hagas esto, no estoy de humor.- me encantaba escucharlo decir mi nombre y mas aun que aceptará que yo no era Natalia.

―escucha Cameron. - comencé con calma dando un pasó hacia él  ―me importa una mierda que no estes de humor, esta es la primera oportunidad que tengo para hacer algo que de verdad me gusta y no me voy a detener, ni por ti ni por nadie.

Lo deje ahí observandome con intensidad con sus ojos azules intensos y hermosos como océanos. (Aqui voy a decirles una verdad, yo aunque me mostraba optimista cada dia estaba mas convencida que ese no era un sueño y pensar que no lo era me dejaba en desventaja.), me agradaban andrea, Sebastián me parecía un buen tipo. Cameron estaba buenísimo y me gustaba. Pero a pesar de todo eso esa no era mi vida, no era mi mundo. Quería devuelta a mi madre y Azucena, quería devuelta mi cuerpo, queria mi dinero para ayudar a esa familia. Y todo eso suponiendo que mi sueño fuera real.

Me subí a la moto, pesaba y no era muy de mi estilo pero serviría. El primer llamado sono y las apuestas comenzaron. No le había dicho eso a Cameron pero la segunda razón por la que quería correr además que lo necesitaba era por el dinero podria servirle a la familia de Natalia. Mira tú yo Alice Castillo de Macedonia la mujer que desfifaraba el dinero a la que le importaba un comino los pobres quería dinero para ayudar a unos pobres.

―¡preparados, listos, ya!!.

Subi la velocidad a la moto no mucha, tampoco muy poco si algo habia aprendido es que dejas lo mejor para lo último. Asi que mantuve la velocidad quedando atras pero cuando los otros reducían yo los pasaba y así hasta quedar a la misma altura de Cameron. Le guiñe un ojo y acelere.

Amaba la adrenalina no había nada que me llenará mas que correr en una moto o un carro, saltar de un paracaídas o hacer puenting me hacia latir el corazón solo el sexo y la adrenalina me hacían sentir viva.

Cameron era un buen conductor habia que darle el merito pero no era ni de cerca tan bueno como yo. Esquibe obstáculos, acelere, baje velocidad y él siempre a mi lado. No pensaba darle tregua y no pensaba dejarle ganar. Asi que acelere aun mas a toda velocidad sin importar los riesgos. Lo que fue una estupidez porque la moto no era la indicada para mi era mi primera vez y Natalia no soportaba mucho peso. Pero aun así acelere y pase a Cameron y la meta y justo después perdi el manejo de la moto y cai de ella.

¿te preguntas por la moto? Quedo hecha un asco. Eric iba a estar muy molestó. Mi cabeza palpitaba y me dolía la pierna, muchísimo. Ese sueño era demasiado real y doloroso.

―¿Natalia? ¡¿Natalia estas bien?! - cerre los ojos quería tanto que al abrirlos estuviera en mi casa, en mi cama con mamá.  No fue asi.

Al abrir los ojos me encontraba  en los brazos de Cameron que me observaba con preocupación pero en realidad no era a mi, era a Natalia. Senti una punzada en mi pecho que ignore y cerre nuevamente los ojos.

viviendo un sueño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora