Sentía que mi cabeza pesada, mis ojos hinchados y el dolor en mi pecho aunque había disminuido aún me hacía presión. Recordaba la noche anterior y me invadian un montón de sentimientos. Dolor, irá y la mejor de todos esos sentimientos, la determinación. Si la niña de siete años no se había rendido mucho menos lo aria la mujer de diecisiete que no le temia a nada nisiguera al estar en el cuerpo de una desconocida viviendo su vida y en un sueño.
Bien si, que había aprendido algo de ella pero su diario no me diría nada mas y Cameron no me diría que fue lo que pasó entre ellos. Lo peor de todo es que sin duda había pasado algo entre ellos.
Eso me molestaba muchísimo y aunque Cameron me gustaba y estaba buenísimo lo mejor era alejarme no pensaba quedarme en ese cuerpo sin importar lo mucho que arreglará a Natalia o lo mucho que me gustará su familia. Yo no quería esa vida.
Yo era Alice castillo de Macedonia la popular, la rica, la deseada, la que utiliza y desecha no al revés. Natalia me había enseñado un par de cosas que sin duda pondría en prácticas cuando despertara pero no quería esa vida y tampoco ese cuerpo.
El trabajo era sencillo y hablar con los clientes me distraía. A mí me era fácil coquetear solo una sonrisa y el chico caía rendido o coqueteaba conmigo pero con Natalia yo sonreía y los chicos me devolvían la sonrisa lo que no era genial. Esa mañana estuve pendiente a Sebastián a todos sus movimientos y sí a toda mujer que se le acercaba el las alejaba, me alegre por el. Pero lo que de verdad me sorprendió fue cuándo Andrea llegó junto Adam y Sebastian tiro las pesas con fuerza en el suelo. ¿Que había pasado en esa fiesta?.
―Natalia, - hice una mueca. De verdad me jodia que el me llamara por ese nombre.― he podido conectar con alguien de tu Antigua vida. - eso llamo mi atención.
―¿Quién?
―un tal steban- hice una mueca. Marcos era un estúpido al que había humillado, usado y luego botado. No dudaba que solo quería creer que estaba viva para darme una patada en el estómago.
―olvidalo - hice un gesto de mi mano de: déjalo estar―ese chico me odia.
―parecia muy interesado.
―obvio que si, fui el mejor sexo de su vida y también su mayor tormento- apreté unas teclas con fuerza. ―fui una perra con él.
Una punzada de arrepentimiento me azotó. Yo había Sido una maldita pero es mejor ser el verdugo a ser la víctima y creeme en un mundo en el que se rige por las clases sociales y por el que dirán sobre tu apariencia es mejor tener un corazón frío que solo siente lo necesario a un corazón débil que se deja pisotiar.
Levanté la mirada, los ojos azules, hermosos, intensos de Cameron me observaban con curiosidad y preguntas que no se atrevía a formular.
― ¿Que te sucedió?
―¿Que te sucedió a tí? - contrapregunte. Porqué sabía que algo le habia pasado. Natalia siempre decía que era un ángel un tipo amigable y divertido cuando yo lo veía solo notaba seriedad y un hombre que guardaba un secreto.
―Alice - dijo con voz baja que me erizo de pies a cabeza ― no quieres saberlo.
―hay te equivocas- me apoye en el mostrador y me incline hacia él.―una de mis muchas virtudes es la curiosidad. Puedes confiar en mí. soy especie de un sueño andante. - le guiñe un ojo―ademas que me gustas.
Cameron nego con una sonrisa en la comisura de su boca. Apoyo sus brazos musculoso en el mostrador quise morderlo pero me contuve. Se acercó a mí y sonrió esta vez de verdad.
―tu también me gustas Alice.
No voy a mentir, me gustaría muchísimo si, pero no lo are. No sería justo con ustedes.( Esa soy yo siendo una buena persona) mi corazón se aceleró y cada parte de mi cuerpo se extremecio y por primera vez en mi vida sentí sonrojarme. Nunca, jamás me había sonrojado de hecho cuando alguien me daba un cumplido yo solo agradecia. Con Cameron todo era diferente.
ESTÁS LEYENDO
viviendo un sueño
Teen FictionAlice es una chica de diecisiete años rebelde, sin pelos en la lengua, hermosa y con una autoestima digna de admirar. es la chica popular, la porrista, la novia del chico mas guapo de todo su Instituto. Ella tiene una vida perfecta pero no es perfec...