Capítulo veintiuno

7 3 0
                                    

Alice

Azucena logró que mamá se fuera  a casa a descansar, Cameron logro distraer a todo el hospital con el simulacro de un incendio y yo me encontraba al lado de mi, de mi cuerpo quiero decir, fue duró verme en esa cama, ver los moretones y el estado de mi cuerpo, pero más duro fue darme cuenta que tal vez nunca lo volvería a habitar.

La teoría de azucena era matarme, inyectarme un suero en la venas que me Darío un paro cardiaco, aria lo mismo con el cuerpo que habitaba Natalia, es decir el mío y cuando nuestro corazón dejara de latir nos aria ambas RCP Cameron a Natalia es decir el cuerpo donde yo habitaba y azucena a mi cuerpo. En teoría se veía bien ¿Funcionaria? Estaba por verse.

Cameron miraba mi cuerpo y luego a mi y negaba, se veía contrariado y no parecía muy de acuerdo, pero no habían más opciones.

―estoy lista - dije mirando a azucena, mire luego a Cameron y le sonreí―nos vemos en el otro lado, bombón- el nego y dio un paso hacia mi, vi su intención, quería besarme. ― no- dije levantando una mano ―nuestro primer beso será en mi cuerpo, no en este, solo no mueras mientras viajo hacia él.

Azucena inyectó el líquido en el suero y me miró, parecía asustada pero también se veía Segura―sin importar que pase, eres una maldita genio.

―funcionara, ruego por eso.

El líquido Entro en mis venas, frío, el mundo comenzó a girar ... ardía, mi piel ardía, fuego era fuego consumiendo mi piel, mi órganos era muerte, estaba muriendo como aquel día, como aquella vez, pero está vez no habia una luz blanca. Esta vez no habia nada.

*
*
*
*

Viajaba, viajaba a través de mi vida, un espejo detrás de otro proyectando momentos, sucesos, conversación, cada uno de mis recuerdos, cada una de mis palabras, cada uno de  mis lagrimas, mi madre, azucena, Moisés, marcos, Martín.... Camila todas las personas a las que habia hecho daño a todas las que amaba. Todas.

Entonces se detuvo y quedé suspendida en el aire sin nada que me sostuviera. Mire mi cuerpo, pero no había un cuerpo, no había nada. ¿Que era esto, el cielo, el infierno, el purgatorio? ¿Donde estaba? No podía entenderlo ¿Había muerto?

―no, no estás muerta, lo que ves es la nada y todo en absoluto- gire sobre mi misma y me encontré con dos hombres a cual de los dos más fascinantes. Uno rubio él otro moreno, ninguno tenía nada que envidiarle al otro, eran hermosos de una forma casi angelical, ficticia, eran....

―¿Son de verdad? Porque si es así , me los pido para mí a los dos- los mire de pies a cabeza mi cerebro cayendo en la lujuria....

―esto no es una broma- mire de golpe al Rubio sus fracciones eran perfectas y su cabello llegaba hasta su cuello―esto es lo que pasa cuando no siguen las reglas.

―perdona pero... ¿Que regla he roto?
Él moreno negó y me miro con menos severidad que el otro―realmente no tienes idea verdad.

―pues no, sí me explicas muy probablemente pueda entender y darte pelea, aquí estoy en la ignorancia.

―Aron - dijo el rubio mirando al moreno que ahora sabía que se llamaba Aron, ¿tendría Facebook o Instagram?

―no, no tengo esas cosas - respondió Aron―mi deber reside aquí....

Mire de un lado a otro, viendo nada. ―¿Que se supone que es aquí ?

―ella no lo puede ver- dijo el Rubio,―ella no ha aceptado su destino.

Me estaba hartando de escucharlos sin poder dar mi opinión, porque, hola, estaban hablando de mi.

― tienes razón Cassio, ella no ha aceptado su destino, así que vamos a explicarle.

viviendo un sueño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora