capítulo dieciocho

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AZUCENA

Siempre he creído en que existe algo más allá de lo que vemos o creemos, siempre he creído en el libre albedrío, he creído en otros mundos, en fantasmas, espiritus, he creído en los libros de ficción, creo en los dioses griegos, nórdicos, creo en todo lo que las demás personas no creen o en su mayoría, algunos me dirían loca, otros me dirían que soy muy fantasiosa y otros simplemente ni me mirarían.

Pero sin importar lo que ellos piensen o crean, la verdad para mí es una sola y es que la magia existe. Ha pasado un mes y dos semanas desde que Alice tuvo su accidente, los médicos dicen que es un milagro que esté viva, sin embargo a pesar de su caída ya  tendría que haber despertado su cerebro funciona correctamente y sus heridas sanan con normalidad, le quitaron el coma inducido a las dos semanas y aún no despierta, ellos siguen buscando pruebas y haciendo análisis, yo creo que Alice no quiere despertar y Alice no tendría ningún sentido para no querer despertar.

Mi amiga es la persona más llena de vida que alguna vez he conocido, es prepotente, ambiciosa y no estoy de acuerdo en muchas cosas pero ella tiene un buen corazón y es fuerte y nunca se da por vencida, así que no acepto esa escusa mediocre que no quiere despertar.  Sabía que algo estaba pasando pero no sabía por donde comenzar, el tarot me había dado algunas pistas pero era difícil hacerlo sola. Hasta la semana pasada.

Me llegó un mensaje de Natalia Enerpo , con un mensaje un tanto inquietante, un tanto loco y un poco escalofriante, pero ese mensaje puso mi cerebro a funcionar.

[[Hola azucena, soy Alice, SI tú amiga Alice, se que pensaras que es un broma pero creeme, no lo es, esto es verdad, tuve un accidente y desperté en otro cuerpo, en otro ciudad, con otra familia. Azucena, cree en mí por favor, soy Alice y necesito tu ayuda, porque eres mi alma gemela y te necesito]]

Cualquier otra persona lo hubiera tomando como una broma de mal gusto, pero Alice siempre decía que yo era su alma gemela, que cuándo nuestra vida llegara al final, reencarnariamos y nos volveríamos a encontrar. Era muy loco lo que ella me estaba diciendo, pero yo creía en las locuras entonces podría ser verdad. Algo dentro de mí me decía que si,que Alice estaba viva.

Vi documentales, investigue y llegué a una conclusión. Las almas gemelas existen, la reencarnación y el cambio de almas o cuerpos. Empecemos por lo primero: La definición. Las relaciones kármicas son conexiones únicas que podemos tener con cualquier persona, no necesariamente se limitan a las parejas románticas, y se entienden como un contrato entre dos almas del pasado, que quedaron de volverse a encontrar para aprender la una de la otra.

Son relaciones que vienen a voltear todo lo que creemos más firmemente. Son personas que, cuando llegan a nuestra vida, retan todo lo que creíamos saber del mundo y nos revuelcan.

Son relaciones que, aunque muy incómodas, tienen un tipo de imán que no te permite alejarte hasta que hayas aprendido lo que esa persona vino a enseñarte y siempre te sientes atraída hacia ella.

Almas gemelas

Las almas gemelas son unas relaciones que existen entre personas en las que hay un lazo muy profundo de amor, confianza y respeto.

Se originan antes de nacer por un contrato, que firman dos almas en el que prometen encontrarse durante la vida para ser el lugar feliz y seguro de la otra.

Así, cuando conoces a tu alma gemela, te sientes de inmediato como si hubieras encontrado tu hogar. Ambas personas se sienten felices y en confianza.

Las almas gemelas son relaciones que permiten el crecimiento del otro y en las que el amor siempre será desinteresado.

Con base a esta información comencé a idear hipótesis y llegué a la única conclusión que fui capas, Alice y Natalia no eran almas gemelas o tenían una relación karmika, ellas eran opuestos y algo o alguien estaba hilando su destino, alguien las quería destruir.

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