Alice castillo de Macedonia.
Estaba nerviosa, desde que estaba en el cuerpo de Natalia habia experimentado lo que era el estres y los verdaderos nervios , iba a ver a mi mejor amiga, pero para ella no sería Alice o al menos no me vería a mi, no tenía miedo de nuestra relación porque una amistad como la nuestra no tenía fronteras, nosotras éramos hermanas por elección eso nunca nadie lo podría cambiar, estando yo en un cuerpo u otro, estando ella en Miami, puerto rico, Afganistán donde estuviera , donde la vida nos distanciará ahí estaría yo para ella y ella para mi, porque éramos mejores amigas pero también éramos hermanas.
Sonreí cuando la vi a los ojos, ella era todo lo que no era pelinegra, delgada, bajita, con lentes, no usaba maquillaje o no en exceso, era gentil, amable y buena a más no poder ella era la viva imagen de todo lo bueno que existía, ella era un ángel y a la vez una diabla, el día que eligiera a un hombre ese ser sería el más afortunado. No pude evitarlo a pesar de la advertencia de Cameron salí corriendo a su encuentro cuando me vio se quedó de piedra y luego abrió sus brazos, me estrelle contra ella y nos abrazamos y llore, a estas alturas ya no me da pena admitir que había cambiado, mis sentimientos habían cambiado Natalia me había ayudado a ser una persona mejor y eso... se lo agradecía, cuando despertara la ayudaría a estar bien, la ayudaría a salir adelante, se lo debía.
―Alice- susurró azucena―cuanto te extraño.
―y yo a ti zorra - conteste, ella rio y yo también―¿Cómo estás?
―lo llevo lo mejor posible, estoy tratando de ayudarte pero la verdad es que....- se interrumpió mirando detrás de mí , observé a Cameron y sonreí
―si, ya lo sé, está súper bueno y no tan imbécil cómo parece.
―¡Oye! - exclamó dándome una nalgada ―no me hagas mala propaganda - reí ― soy Cameron, soy....
―es mi algo- le ayude a continuar ―no tenemos sexo y no nos hemos besado nunca, estamos esperando que esté en mi cuerpo para fornicar cómo conejos...
―yo nunca he dicho...
―lo aremos- azucena me miraba con detenimiento, cómo evalundome luego sonrió y me volvió abrazar.
―te he extrañado muchísimo
―y yo a ti.
―bueno vamos a dejar mis cosas en el hotel entonces podremos hablar
―esta bien- Cameron cargo sus maletas y yo no perdí tiempo me agarré de su brazo y camine junto a ella―gracias por venir
―es imposible no hacerlo, sabes, esto me apasiona muchísimo lo hice por ti claro, pero también porque quiero ver si podemos solucionar el problema con mi teoría, lo pensé mucho sabes, durante días, busque explicaciones hasta fui con un brujo, reunir la máxima información y bueno llegué a algo, es una locura sin duda pero toda esta situación lo es.
―tienes razón , por poco me vuelvo loca, tener a Cameron me ha ayudado mucho- por el rabillo del ojo lo miro ―si él no me hubiera creído creo que hubiera cometido una estupidez.
― lo has llevado muy bien en tan poco tiempo.
―tienes razón , soy así de buena.
―y tu humildad sigue intacta, por cierto...-miro mis manos y luego a mi ―¿que le pasan a tus uñas?
― pobreza amiga, soy pobre tengo para pagar el gimnasio gracias a que trabajo- niego ―como verás me urge volver a mí vida.
―si y Alice- la mire ―vas a pedirle perdón a tu madre y dejarás que esté con marcos, tu no lo quieres - rode los ojos pero afirme, porque tenía razón.
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viviendo un sueño
Teen FictionAlice es una chica de diecisiete años rebelde, sin pelos en la lengua, hermosa y con una autoestima digna de admirar. es la chica popular, la porrista, la novia del chico mas guapo de todo su Instituto. Ella tiene una vida perfecta pero no es perfec...