capítulo veinte.

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ALICE CASTILLO DE MACEDONIA

Mi segundo nombre era Asunción, pero a mí me gustaba llamarme problemas, con P mayúsculas, yo era de todo por todo, como Alice me encanta la adrenalina, me encanta la moda y la elegancia yo era una perra con clase, si, los tipos con los que tenía sexo todos eran millonarios, sexys y con los penes grandes aunque si me tocaba uno con el pene pequeño trataba de hacerlo sentir especial, sí ,era una perra pero no tanto.

Con cameron me sucedió  algo de lo mas extraño, con el no todo se basaba en lo físico, aunque no voy a ser hipócrita me había fijado en el porque estaba buenísimo, tenía un misterio a su alrededor que te atrae aunque no había ningún misterio que descubrir, claro a parte de porque estaba vivo cuando debía estar muerto ( pequeñeces, la verdad) con Cameron todo giraba a la química a cómo me hacia sentir, estar con Cameron era estar en Paz, era ser yo misma sin necesidad de esconder nada, pensamientos, sonrisas, inquietudes. Nunca había confiado en un hombre, muy en el fondo no quería confiar en él, pero digamos las cosas como son; cuando hay algo que no deberías o no quieres es cuando más lo quieres y eso era Cameron, un reto, una manzana prohibida que podía matarme si la mordia pero yo no tenía miedo a nada.

Sí debía morir al día siguiente, moriría, pero sabía que no debía morir porque no había cumplido mi propósito en la tierra y quería arreglar tantas cosas, la primera de ellas era pedir una disculpa, ( si, esa era la nueva yo, tratando de arreglar lo que había dañado) Camila merecía una disculpa, marcos e incluso Martín todos ellos merecían una disculpa, no volvería a insultar una persona a menos que lo mereciera y sabía que muchas lo merecerían en el futuro.

―cuando te quedas tanto tiempo en silencio me asustas, no se si estarás planeando poner una bomba en una gasolinera o si estas pensando en maneras de atormentar el cuerpo de Natalia - mire a Cameron y le sonreí, el me conocia, no sabía cómo pero lo hacía.

―como sí me dejarás que atormente a la pobre Natalia- lo señalé― no se cómo puedes querer lo mejor para ella después que te apuñaló.

Cameron suspiró y tomo su mano con la mía apretándola ―porque nat a pasado por muchas cosas, cómo yo, cosas que no sabes, el dolor Alice nos hace cometer cosas estúpidas y lo sabré yo.

―¿entonces la defiendes porque te vez reflejado en ella? - cuestione ―¿No es por ella?

―en parte es por ella, claro, la conozco desde hace mucho , prácticamente la vi crecer, es como una hermana para mí, pero si, hago con ella lo que quise que hicieran conmigo.

―¿me vas a contar?  - lo miré a los ojos, quería tanto que me contará, de verdad lo quería.

―no hoy lo are cuando estés en tu cuerpo, realmente quiero conocer tu verdadera mirada, quiero conocer como eres en realidad.

―te voy a gustar mucho- le guiñe un ojo― soy hermosa.

―y modesta sin duda- rio ―me gusta eso, que una mujer sepa lo linda que es, eres peligrosa.

―sin duda, puedo ser la pesadilla de cualquier persona si me lo propongo

―¿Es una amenaza? - lleve la mano a mi pecho y abri los ojos horrorizados

―¿Me crees capas de eso Cameron?

― buen intento- rodó los ojos―ambos sabemos que es una amenaza y que eres capas,- me reí.

―conoces demasiado bien a Natalia, así no funciona mi manipulación

―sin duda, - me soltó y extrañe su calor de inmediato, su tacto―¿Que vamos hacer ?

Mire la casa de Sofía y suspiré, tenía tantas venganzas en mi cabeza , tantas ideas cada una era peor que la anterior, Sofía era una zorra pero se merecía todo lo malo que le pasara y a la vez era la misma Natalia quien tenía que tomar esa decisión.―¿Crees que debo dejar que sea Natalia quien decida su castigo?

viviendo un sueño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora