Mas realeza

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Victor no estaba seguro de lo que estaba pasando, Sherlock simplemente le dijo que mantuviera silencio. Ambos podían ver a la furiosa criatura siendo amenazada con una espada por alguien que tenía su mismo rostro, pero que no era ni Holmes ni Hamlet. El desconocido tenía cabello largo, ropas oscuras y una postura extraña. Su mirada estaba llena de maldad y locura.

-¿Quiénes sois vosotros? ¿Y por qué tenéis mi mismo rostro?

-Mi nombre es Sherlock. Él es Victor y esa cosa es un sin nombre

-¿Un sin nombre? ¿Qué clase de abominación ereis, bestia?

Sherlock soltó una risa irónica llamando la atención del extraño.

-¿Qué os causa tanta gracia?

-Que lo llames una abominación cuando tú no eres sino un igual

La espada se movió desde la criatura hacia Sherlock

-¿Qué has dicho?

-Por tu postura, por tu ira, por esa capa de piel. Tienes una joroba, ¿no es así? También eres un monstruo

-¡No es cierto!

-¡Ataca!

La criatura empujó al extraño contra la pared con bastante fuerza y los tres salieron corriendo de la habitación.

-¡¿Qué era eso?!- preguntó Victor bajando las escaleras.

-¡Otro personaje! ¡Pero no creo que esté de nuestro lado!

En un momento, la criatura agarro a los chicos por la cintura, los cargó a sus hombros y saltó por el barandal. Cayeron tres pisos hasta la planta baja, la criatura aterrizó en sus pies y bajó con cuidado a los muchachos. Sherlock y Victor tenían los corazones acelerados y la respiración agitada.

-Avisa la próxima vez- dijo Sherlock.

Intentaron recuperarse del susto y salieron corriendo del edificio de habitaciones

-¿Hacia dónde?- preguntó Victor.

-¡La biblioteca!

Los tres corrieron hacia el gran edificio y en la puerta chocaron con quien iba saliendo con prisa.

-¡Greg!

-Victor

Greg ayudó a su amigo a ponerse de pie y el pelirrojo ayudó a Sherlock.

-¿Qué hacen aquí?

-Te estábamos buscando- respondió Víctor- ¿Dónde estabas?

-Fui detenido por el decano

-Creíamos que Moriarty te había capturado también

-¿También? ¡¿Tiene a John?!

-No. Atrapó a Hamlet y a la criatura, pero ya están bien. La criatura está con nosotros

-Sí, puedo verla. Por eso creí que John estaba con ustedes

Los tres chicos se vieron confundidos, si Victor y Greg podían ver a la criatura también, ¿qué había cambiado?

-¿Y dónde está John?- preguntó Greg.

-En el sótano de la universidad

-¿El sótano? ¿Por qué?

-Fue idea de Holmes. Pensó que quizás Moriarty te había llevado allí

-Entonces fue directo a su trampa. Ese loco, no debieron ir a buscarme

Sherlock vio lo que cargaba Greg y lo señaló

-¿Qué es eso?

-Alguien me lanzó un libro, no pude ver quien fue

Greg le tendió el libro a Sherlock, el de rizos leyó con horror el título.

-Es él

-¿Quién?

-El hombre que nos atacó en las habitaciones- Sherlock enseñó el libro a Victor- Es Richard III

-¿Él también está aquí?- cuestionó Greg.

-Si y es extremadamente peligroso. Richard está loco, cegado por la envidia y el poder

-Entonces debemos estar alerta, si él está aquí significa que Jim tiene un nuevo aliado y podría ser igual de peligroso. Vayamos por John

El grupo se apresuró al edificio principal, hasta la puerta del sótano. Para su preocupación, la puerta estaba entreabierta. Greg les indicó que hicieran silencio y bajó primero, seguido por los otros tres. Ningún estudiante había estado allí antes, por lo que les sorprendió ver que en lugar de un viejo laboratorio o una bodega había catacumbas tan oscuras como la boca de un lobo. Greg sacó su teléfono y encendió la linterna, siguió siendo el primero en la fila. Caminaron en la oscuridad un buen tramo hasta ver una luz cálida a lo lejos

-¿Esas son velas?- preguntó Greg.

-¿Que importa? Andando

Sherlock se le adelantó y llegó hasta el final del pasillo, allí el túnel se abría hacia la derecha. Les hizo una seña para que se acercaran y espió. En un área mucho más amplia que el resto de las catacumbas estaban Jim y sus tres secuaces.

-¿Solo tres? ¿Dónde está el otro?

Sherlock entrecerró los ojos para intentar ver algo más. Moriarty estaba de espaldas a él y cuando finalmente se movió pudo ver a una persona atada a una silla con una bolsa en la cabeza.

-John..

-¿John está ahí?

Greg se asomó y frunció el ceño al ver a la persona secuestrada

-Sabía que era mala idea. ¿Y dónde demonios se metió Holmes? Se supone que estaría con él

-Shh, silencio- lo calló Sherlock.

Moriarty se acercó a su víctima y le quitó el saco. El grupo ahogó una exclamación. Holmes miraba a su enemigo con el ceño fruncido y sacudía sus manos en un intento por desatarse.

-Si ese es Holmes, ¿dónde está John?

👑👑👑

Hamlet limpió las heridas del joven con un trapo y le cambió sus prendas destruidas por ropas que tomó de los cajones de John o Greg, no lo sabía. Se giró al oir la puerta y sonrió al ver a John ingresar.

-Creí que le harías compañía al detective solitario

-Es como tú dices, solitario. Además me preocupaba que tus métodos de curación antigua no sean tan efectivos. ¿Cómo está él?

-Vivo, gracias al cielo. Eso es bueno

-¿Ya sabes quién es?

-No. Su cuerpo sigue reposando

John se acercó a verlo mas de cerca. Era idéntico a Jim, tal vez unos años mayor. Fue a su escritorio para tomar banditas del cajón y colocarlas sobre sus heridas. Cuando puso la última el joven despertó sobresaltado, y asustado se arrastró hasta la pared de la cama.

-Está bien, no te haremos daño

John le sonrió amablemente y Hamlet le tendió la mano para que la tomara. El joven miró con atención sus rostros y relajó su postura

-¿Padre?

Hamlet y John se vieron sorprendidos y confundidos.

El joven se arrastró rápidamente a través de la cama y se tiró para abrazar a Hamlet.

-Bueno, esto es una sorpresa- habló Hamlet.

-No me digas..

וAnti-héroes Literarios•×Where stories live. Discover now