El gato y el ratón

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Luego del último golpe a su estómago, John puso las manos sobre sus rodillas y respiró con dificultad. Su pecho dolía por el ejercicio y los golpes, todos estaban en un estado físico similar. Todos excepto el entrenador, él tenía la espalda tan recta como podía al igual que las piernas, ni una gota de sudor se presentaba en su cuerpo y su respiración era tan tranquila que parecía estar durmiendo con los ojos abiertos.

-Bastardo, nunca hace nada más que dar ordenes. ¿No se supone que los entrenadores entrenan contigo?- Greg puso las manos en su espalda baja y la estiró.

-No creo que eso sea lo suyo. Es demasiado delgado, no parece que hiciera ejercicio de ningún tipo- dijo Victor abanicándose con la mano.

-Al menos el decano hace caminadora- soltó Greg.

John frunció el ceño y miró a su amigo.

-¿Cómo lo sabes?

-Eh, ¿saber que cosa?

El rubio sonrió de lado y se cruzó de brazos.

-¿El decano Mycroft? ¿En serio? Creí que tenías mejor gusto

-Es un hombre con clase que tiene mi respeto, solo eso

-Tu respeto y una dedicación en tus largos baños

Victor negó con la cabeza y se puso a estirar mas alejado. Greg agarró a John por el cuello y frotó los nudillos en su cabeza.

-No me hagas sonar como un pervertido

-Oye, espera, espera

-No te librarás así de facil

John tacleó a Greg para quitárselo de encima y se agachó a su lado.

-Está aquí

-¿El decano?

-No,zopenco. Hamlet está aquí, mira

John señaló al otro lado del campo, donde el príncipe estaba curioseando. Greg usó su mano como visera y entrecerró los ojos

-¿Dónde? No lo veo

-Aquí derecho

-Ese es el entrenador, John

-Justo al lado, ¿no lo ves?

-Creo que reconocería a un chico actuando como si estuviera en una telenovela. No hay nadie allí

John no entendía porque Greg no era capaz de verlo ahora. Hamlet estaba justo frente a ellos, mirando al equipo a mitad del descanso. El príncipe se acercó a él cuando lo vio y le sonrió.

-Esto luce como campo de batalla. ¿Dónde estan los rivales?

Los chicos se pusieron de pie retirando el césped de sus rodillas y ropas.

-Es el entrenamiento, solo somos nosotros practicando tiros- explicó John.

Greg miró por encima del hombro de su amigo.

-¿Está aquí? ¿Estás hablando con él?

-Si, quiere jugar

-¿Y por qué no lo dejas?

-Primero, porque nadie puede verlo

-Ah

-Segundo, porque nisiquiera debería estar aquí. ¿Por qué dejaste la biblioteca?

-Mi corazón pedía a gritos unirme a tu equipo. Se veía tan emocionante, como un duelo de esgrima

-Me había olvidado que eres muy bueno en esgrima

וAnti-héroes Literarios•×Where stories live. Discover now