El Profesor

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Los dos chicos asomaron la cabeza fuera de la habitación.

-No hay monos en la costa

-Se dice moros,Greg

-Lo que sea sea

Regresaron al cuarto y encararon a los personajes.

-¿Listos?- Preguntó John.

-¿Cómo estamos seguros de que no pueden verlos?- cuestionó Greg.

-No lo estamos, por eso los vestimos más de acuerdo a nuestro tiempo

John dio un paso al frente y los miró uno por uno. Hamlet tenía una camiseta gris, un pantalón carmesí ajustado, un suéter azul oscuro que lo abrigaría mas que su camisa y zapatos negros.
A Holmes le consiguieron una camisa púrpura, pantalones negros ajustados, zapatos y un abrigo largo, además John le prestó su bufanda azul.
Para la criatura tuvieron que tomar ropas del club de teatro. Una vieja camisa gris y un pantalón que le llegaba hasta arriba de los tobillos. Era el menos convincente de los tres.

-¿Ya saben lo que no deben hacer?

Hamlet se puso una mano en el pecho y sonrió.

-Reducir mi habla a palabras solo necesarias

-Correcto

-No salir corriendo sin avisarle- dijo Holmes como un niño castigado. Sin el gorro se apreciaba su cabellera rizada.

-Exacto

-No ser agresivo- habló la criatura.

-Muy bien. ¿Tienen los libros?

Cada personaje alzó el libro con sus historias correspondientes. John asintió satisfecho y miró a Greg.

-Los dejaré en la biblioteca y de ahí iré al entrenamiento. ¿Esta bien?

-Si, me aseguraré de hacer tiempo

-Bien. Andando

Primero salieron los chicos, para asegurarse de que nadie los viera. Hicieron señas a los personajes para que los siguieran y bajaron sigilosos por las escaleras.

-Horacio- llamó Hamlet.

-Shh. Ahora no

Greg asomó la cabeza hacia el exterior del edificio de habitaciones. Vio a sus compañeros del club comenzando a calentar, corrían en circulo alrededor para entrar en calor. Le dio un asentimiento de cabeza a John y fue corriendo hacia ellos.

-El equipo ya comenzó el entrenamiento- dijo John observando al club -Debemos llegar a la biblioteca y dejarlos allí

-Horacio

-¿Qué?

-La criatura nos ha dejado

John volteó hacia el grupo, la criatura no estaba con ellos.

-Oh, no. ¿Cuándo se fue?

-Al final de las escaleras, se alejó como murciélago escapando de la luz

-Esto es malo. Muy..-

-¿John?

Giró rapidamente sobre sus pies al escuchar su nombre, Jim lo estaba viendo confundido.

-¿Estas bien?

El rubio frunció el ceño, miró de reojo a los personajes a su lado. El chico parecía no verlos, tenía la mirada clavada en él. Al igual que el detective sobre Jim.

-Solo...perdí algo

-Creí que ibas al entrenamiento

-Si, pero antes tenía que devolver unos libros a la biblioteca

El chico alzó una ceja y miró las manos del rubio.

-¿Y los libros?

-Los..olvidé en mi cuarto

-Si que eres distraído

-Si, ajaja

John abrió los ojos en sorpresa al ver a la criatura de Frankenstein detrás de Jim, mirando curioso un cuadro. Cuando esta lo vio, formó una especie de sonrisa y comenzó a acercarse. John tomó de los hombros a su compañero para que no volteara e inventó una pobre excusa.

-Tus zapatos están desatados

Jim bajó la mirada pero la subió de inmediato.

-No lo están

El rubio le dio una patada disimulada a Hamlet. El príncipe, invisible ante el pelinegro, alteró los zapatos del chico.

-Sí lo estan

-No, no lo... Que extraño

Cuando Jim se agachó, John se acercó a la criatura y la llevó al grupo, allí obligó al príncipe a sostenerlo de la mano.

-No vuelvas a irte. Creí que solo Holmes necesitaba esa regla

La criatura soltó un gemido apenado y apoyó su cabeza sobre la de John.

-No te haré daño, solo no vuelvas a hacerlo

Holmes se acercó a John y se inclinó para hablar en su oído.

-Es la viva imagen del Profesor Moriarty. ¿Dice que es su amigo, Watson?

-Algo así

-¿John?..

El rubio miró a Jim, el chico tenía una expresión de sorpresa mezclada con miedo y señalaba detrás suyo.

-¿Quiénes son ellos?

John lo tomó de los hombros y sonrió nervioso.

-Son amigos, del club de teatro

-¿Ti..Tienes amigos del club de drama?

-Bueno...si

El rubio acercó despacio a su compañero al grupo y extendió una mano frente a cada uno a medida que los presentaba.

-Él es Sherlock Holmes. Él es Hamlet y él es..-

-El monstruo

-Sí. ¿Cómo lo supiste?

-A..Adiviné- Jim acomodó su mochila a los hombros y retrocedió unos pasos. -Tengo que irme. Recuerda decirle a Sebastian que me encuentre luego

John no pudo decirle nada mas antes de que se fuera corriendo. Lo que no entendía era porque al principio no pudo ver a los personajes pero después si.

-Será mejor que nos apresuremos a la biblioteca. No sea que alguien mas nos vea

🔫🔫🔫

El chico subió corriendo las escaleras, llegó exhausto al quinto piso. Se adentró a la habitación 331 y cerró la puerta con llave tras él. Los tres hombres que estaban allí se acercaron a él.

-¿Está bien, joven Jim?- Un joven de no mas de 20 años, con su mismo rostro, se acercó a él y lo tomó del rostro preocupado.

-Es..Están aquí- balbuceó Jim.

-¿De quién hablas?- preguntó un hombre que compartía sus mismas características, sosteniendo una galera entre las manos.

-Sus contrapartes...Ellos están aquí

וAnti-héroes Literarios•×Where stories live. Discover now