Caído del Cielo

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Victor corrió hacia el edificio de habitaciones y convenientemente chocó con John al pie de las escaleras.

-¡Víctor!

-¡John!

-¿Están bien? ¿Dónde se habían metido?

-Es Sherlock, él...

El pelirrojo gesticulaba sin poder explicarse correctamente, John notaba su desesperación y creyó adivinar lo que iba a decirle. Lo tomó de los hombros y lo miró directo a los ojos.

-Victor, ¿él está bien? ¿Está estable?

-N-No lo sé, el decano se lo llevó al hospital

-Eso es bueno, estará bien

-¿Eso crees?

-Lo sé, Sherlock es fuerte. Por ahora debemos ocuparnos de los demás

-¿Qué pasa con los otros?

-Tienen heridas. No sé cómo pasó pero..-

Un corte de luz repentino los sorprendió. Las lámparas tenues que iluminaban las escaleras se apagaron dejándolos a oscuras.

-¿Un apagón en estos momentos?

-John...

Victor se aferró al hombro del rubio y lo volteó rápidamente. Un gran halo de luz blanca brillaba al final de las escaleras en lo mas alto, en el se recortaba una silueta alta y delgada. Los chicos entrecerraron los ojos intentando definir lo que veían hasta que la intensidad de la luz bajó y pudieron distinguir la figura. Era alguien de tez tan clara que parecía transparente, cabello casi blanco que parecía flotar tras la silueta y usaba un largo vestido blanco que cubría sus pies.

-¿Qué es eso?- susurró Victor.

-No lo sé...

No tenían palabras para describir lo que estaban viendo en la escalera, ya nisiquiera estaban seguros de seguir despiertos.

-John Watson- llamó aquel ser con una voz angelical, se atreverían a decir.

-¿Q-Quién eres?- cuestionó el rubio.

-Soy el ángel Islington, protector de London Below, portador de La Llave

-¿Un... angel?

-Ahora sí lo he visto todo- murmuró Victor. -¿¿Qué está pasando??

-¿Qué es lo que quieres?

-Solo unas palabras contigo

Se sobresaltaron cuando apareció detrás de ellos en un segundo. Llevó dos dedos a la frente del pelirrojo y el chico cayó inconsciente en brazos de John.

-¡Victor!

-Tranquilo, solo está profundamente dormido. Necesito hablarte a solas

Estando cerca John notó lo más importante de aquel ser, su rostro pálido era un reflejo de los personajes que descansaban en su cuarto. Pero en este punto ya desconfiaba de todos, mantuvo el ceño fruncido y lo miró desafiante. El angel sonrió divertido.

-Veo que tienes valor y que no confías en mí

-Los ángeles no bajan a la tierra para hablar con un simple chico

-¿Crees eso imposible aún con todo lo que sucede a tu alrededor?

-Tú no eres un ángel real, no con ese rostro

-¿Eso piensas? ¿No has oído de los angeles que toman prestados recipientes humanos para caminar en la Tierra?- se inclinó acercando su rostro al de John, su cercanía no emanaba temperatura alguna. Su voz fue como una caricia al oído del rubio. -Tu amigo está en el hospital, ¿no es así?

וAnti-héroes Literarios•×Where stories live. Discover now