Aliado inesperado

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El desayuno acabó y Víctor y Greg dejaron el grupo para asistir al entrenamiento del equipo. John y Sherlock caminaban por el campus en silencio, los personajes de cuentos fueron libres de recorrer los establecimientos con la condición de no crear una escena y no hablar con nadie. La Criatura quedó a cargo de vigilar a Richard, Edgar se fue con Hamlet y Holmes partió solo como era costumbre.

La mañana estaba fría, la camisa y chaleco del uniforme escolar apenas creaba calor contra el cuerpo de Sherlock, por eso John dejó de caminar y le dio su chaqueta deportiva, la cual le permitieron conservar.

-Gracias

John sonrió en respuesta y siguió caminando sin rumbo, solo rodeaban los edificios hasta que comiencen las clases. Sherlock miró a John de reojo mientras caminaba a su lado.

-Victor me habló sobre ti

-¿Sí?

-De todo el equipo en realidad, pero tu descripción fue la que llamó mi atención

-¿Cómo me describió?

Sherlock tardó unos segundos en responder.

-No le hizo justicia a la realidad

John soltó aire por la nariz divertido ante el comentario.

-Es un halago dependiendo a lo que te refieres

-Buenos aspectos nada más

-Gracias. ¿Y tú desde cuando haces ballet?

-Desde niño

John asintió y dejó que el silencio llenara el espacio otra vez. Veía sus zapatillas avanzar sobre el césped, Sherlock llevaba zapatos. Ellos dos eran muy diferentes, pero pudo ver rasgos de la personalidad de Sherlock en los personajes, realmente eran sus variantes de otros universos. Rió ante su propio pensamiento y giró la cabeza hacia el área de entrenamiento, el equipo estaba haciendo rondas de trote para calentar. Entonces notó algo, Sebastian no estaba con ellos, extraño en el chico que nunca se saltaba los entrenamientos y estaba en perfecto estado físico.

-John- llamó Sherlock.

El rubio volteó y vio al pelinegro señalar con la cabeza hacia un rincón sombrío entre dos de los edificios escolares. En el rincón había una figura delgada, sus ropas blancas reflejaba la luz del sol que comenzaba a aparecer entre las nubes y resaltaban en las sombras. Parecía ignorar su presencia en el campus y sólo estar esperando a alguien.

-¿Hamlet?

El príncipe se sobresaltó cuando John habló a su espalda. Él y Sherlock ahora estaban frente a la versión mas melancólica de Jim; el príncipe cargaba una mirada llena de pesar y angustia, parecía estar deprimido todo el tiempo. En sus manos tenía pequeñas flores blancas que crecían al rededor del campus.

-John- habló con voz suave antes de mirar al más alto, -¿Y tú eres?

-Sherlock- respondió el de rizos.

-Claro, Holmes

-No, lo llamamos Sherlock para diferenciarlo de Holmes. Él no es el detective- aclaró John.

El príncipe hizo una expresión de sorpresa y soltó una suave exclamación.

-Ya tienen a su héroe

-¿No lo sabían?

El príncipe negó y miró sus flores con pena.

-El profesor estará molesto. Han avanzado más de lo que cree

Sherlock frunció el ceño y agarró al príncipe de la camisa.

-No podemos dejarte ir con esta información

וAnti-héroes Literarios•×Where stories live. Discover now