Apariciones

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Despertó con la sensación de estar ahogándose. Cuando se sentó tocó su garganta y tosió, eso se había sentido muy real. Estaba en su cama, en el escritorio encontró los libros que había escogido para su trabajo de Literatura,Greg seguía dormido y ya era de mañana. Soltó un suspiro seguido de una tos y se levantó para empezar el día.

Creía que el dolor en su garganta se le atribuía al monstruo de sus sueños, pero eso era imposible, fue un sueño. Concluyó entonces que estaba enfermo y a su vestimenta del día agregó una bufanda azul cielo. En el edificio comedor se sirvió un té de la maquina expendedora de bebidas y lo endulzó con los sobre de azúcar que repartían. Greg se unió a su mesa con un café, él tenía un abrigo inflado azul oscuro que lo hacía parecer perteneciente a la policía.

-Hoy es un día frío- comentó su amigo.

-La noche también lo fue. Creo que dormí con la espalda descubierta y atrapé un resfriado

-Yo dormía como un tronco. Si me hablaste no me enteré

-Y que lo digas...

-Por cierto- Greg lo señaló con la cuchara plastica mojada con café- ¿Tu trabajo puede esperar? Te necesitamos en los entrenamientos

-¿De nuevo? Creí que ya habían conseguido a otro

-Lo hicimos, pero Anderson se lesionó en el último partido y a duras penas pudo seguir

-Y aún así ganaron. Son buenos, no me necesitan

-John, por favor. Es importante para mí. Te haré un favor a cambio

-¿Qué cosa?

-Lo que tú quieras

-¿Qué te parece...? Ay, por Merlín

-¿Qué sucede?

La expresión de John cambió a una de pánico en segundos, se levantó de la mesa y corrió hacia la maquina de bebidas. Se ocultó tras esta y asomó la cabeza para hablar con la persona que miraba la lista de cafés. Creía que todo había sido un sueño.

-¿Qué haces aquí?- habló en tono bajo para no llamar la atención.

-¿A quién ha de pertenecer este palacio y esta caja que provee brebajes a los comunes con tanta facilidad?

Hamlet presionó un botón, la maquina soltó un sonido electrónico y un chorro de café comenzó a salir, acabando en el suelo. John tomó al príncipe del brazo y lo sacó de la cafetería hacia el campus. El cambio de temperatura se sintió brusco, el viento helado movía las hebras del chico y coloreó sus mejillas, pero ni un solo cabello del príncipe estaba fuera de lugar ni su rostro se veía afectado por el clima.

-Eso es la cafetería y tienes prohibido ir allí

-¿Estos palacios son pertenecientes al rey de Inglaterra?- cuestionó Hamlet admirando los antiguos edificios a su alrededor que habían sido remodelados para mantenerlos en pie.

-No, es una universidad, donde jóvenes de nuestra edad pueden tener educación sobre lo que quieran para ser personas exitosas. Creí que tenían de esas en.. cuando sea que vivas

Al príncipe parecieron brillarle los ojos de emoción. Lo tomó de los hombros y le sonrió alegre.

-¡Ah! Eso explica el sentimiento de familiaridad con estas construcciones. Yo mismo he atendido a la Universidad de Wittenberg en Dinamarca con mis fieles compañeros Rosencrantz y Guildenstern. Si alimento y aumento mi conocimiento seré capaz de reinar con sabiduría y justicia, como lo hizo el rey mi padre alguna vez. Horacio mi amigo, ayúdame a aprender más de esta Inglaterra

וAnti-héroes Literarios•×Where stories live. Discover now