El Dragón Dorado

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A La Criatura le importó poco y nada que lo vieran esta vez. Cruzó a toda velocidad el campus, llegando incluso a usar manos y piernas como si fuera un animal salvaje. Subió las escaleras hasta el quinto piso sin detenerse en ningún momento y se apresuró hasta el final del pasillo. Solo allí se detuvo jadeante, volviendo a pararse en sus piernas, y puso su mano en la puerta.

-¿John?- cerró los ojos e inhaló. Se concentró en su olor, el olor de John, se alegró cuando pudo sentirlo pero se puso alerta cuando su aroma se mezcló con el de la sangre. -¡¡John!!

Retrocedió, apretó los puños y se lanzó con todas sus fuerzas contra la puerta. Al segundo intento la sintió ceder y siguió haciéndolo hasta que la puerta cayó. No pudo procesar mucho cuando sus ojos chocaron con los de otra bestia y por instinto, al ver a John en el suelo, se lanzó contra ella.

Cuando Holmes y Victor llegaron encontraron una desagradable pelea a la que acompañaban gruñidos y quejidos profundos. Holmes corrió hacia John, levantó su cabeza y tomó su muñeca.

-Aún está vivo

Lo levantó en brazos ignorando el dolor de su herida y lo sacó del cuarto lo más rápido que pudo. Smaug lo vio irse, se quitó a La Criatura de encima y con sorprendente velocidad fue hasta ellos.

-¡Holmes!- avisó Victor apartándose del camino.

Cuando el detective giró fue interceptado por el dragón y atrapado contra la pared con las garras de la bestia presionando sus hombros, de pie era mucho más alto que La Criatura. Aseguró a John en sus brazos para protegerlo y desafío a la bestia con la mirada, pero enseguida notó lo que John había visto anteriormente. Suavizó la mirada para no provocar a la bestia y cuando esta no se sintió amenazada bajó la mirada hacia John. Liberando un hombro del detective, bajó la mano para acariciar la mejilla del rubio con el dorso de su garra.

Mientras la bestia tenía la mirada perdida en el chico, Holmes le hizo una señal a Victor para que esperara. El chico puso las manos en el pecho de La Criatura cuando salió del cuarto para detenerla de atacar otra vez.

-Mira- le dijo el pelirrojo.

Smaug soltó un gruñido bajo y se alejó unos pasos del detective. Holmes lo miró desconfiado, aún así se arrodilló y dejó a John en el suelo. El dragón se agachó junto a él, le alzó un brazo y abrió la boca.

-¡No!

Holmes volteó hacia el pasillo y se apresuró para detener a Sherlock que corría hacia ellos. Lo atrapó en un abrazo con fuerza y obligó a quedarse quieto.

-¡Espera! Observa

Smaug clavó sus colmillos en el brazo de John y comenzó a succionar. Sherlock apartó al detective cuando el agarre perdió fuerza y se acercó con cuidado, de a poco fue viendo cómo John recuperaba la consciencia. El rubio soltó un quejido antes de abrir los ojos, Smaug entonces lo soltó y Sherlock se agachó a su lado.

-John...

-¿Sherlock?- El rubio se sentó sosteniendo su cabeza. -Holmes...- soltó al verlo.

Cuando miró a su lado, retrocedió asustado y se aferró a Sherlock al ver al dragón. El de rizos tomó su mano y la apretó para darle seguridad.

-Está bien, él te salvó

-¿Él...?

El dragón deslizó su larga cola por el suelo sin despegar su vista de él. John recordó las palabras del doctor Bennet y tragó saliva antes de hablar.

-¿Smaug?- tanteó.

El dragón asintió, John creyó ver cómo su mirada se suavizaba. Se separó de Sherlock y con precaución se acercó al dragón. Extendió su mano para tocarle el brazo con cuidado, entonces Smaug se arrodilló y apoyó la frente en el dorso de ésta. John se sobresaltó cuando Holmes posó la mano en su hombro.

-Le está jurando lealtad

-¿Por qué?

-Quizas siente un vínculo contigo, cómo todos nosotros. ¿Notó su rostro, verdad?

-Sí, él es uno de ustedes

John tomó el rostro de Smaug con cuidado, sus escamas se sentían calientes al tacto.

-Me aseguraré de regresarte a tu tierra también, lo prometo

-¿Quién es ese?

Todos vieron hacia el pasillo por donde venía Hamlet. John frunció el ceño, desconfiando por primera vez del príncipe después de lo que Greg le había dicho, y se puso frente Smaug a modo protector sorprendiendo al príncipe.

-Es uno de nosotros. Moriarty lo trajo a este mundo

-¿Moriarty fue quien lo trajo?- preguntó Victor acercándose junto a La Criatura, esta última sin dejar de prestar atención a la bestia.

-Sí, junto a otro hombre. Addison Bennet. Pero Smaug no es humano, a él lo transformó al traerlo

Miró con lástima al dragón sintiéndose en parte culpable por su estado actual.

-¿Puede hacer eso? ¿Cómo?

-No lo sé, pero si es cierto sospecho que él es la razón por la que todos ustedes están aquí

-Si Moriarty tiene más secuaces será más difícil acercarse a él- declaró Holmes.

John entonces recordó cómo fue interceptado por ellos y apretó los puños con enojo. Sherlock lo notó.

-¿Estás bien?

-Edgar está con ellos

-¿Qué? ¿Por qué?

-Seguramente fue manipulado por Moriarty. No puedo creerlo

-Vamos a resolver todo esto, no te preocupes

Sherlock le dio una sonrisa tranquilizadora que le provocó devolverla. Hamlet apretó los dientes fijando su mirada en el chico rizado. John entonces miró alrededor al darse cuenta.

-¿Dónde está Greg?

-Fue empujado de la torre

-¡¿Qué?!

-Él está bien, está en la enfermería- explicó Victor. -Creemos que fue Moriarty o uno de sus secuaces

-Tengo que ir a verlo. Gracias por ayudarme chicos. Ahora vayan todos a mi habitación y quédense ahí. Necesitamos pensar todo nuevamente

Cuando vio que todos asintieron se fue por el pasillo, pero a los pocos pasos fue detenido del brazo por Sherlock quien había ido tras él.

-John

-¿Qué sucede?

-¿Estás bien?

-Claro, gracias a ustedes

-No. ¿Estás bien?

John borró su sonrisa de valentía, soltó un suspiro tembloroso y negó en silencio mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

-No, no lo estoy

Sherlock lo abrazó dejando que ocultara el rostro en su pecho.

-Lo sé

-¿Por qué tuve que ser yo?

-No lo sé

-No soy un héroe, solo soy un estudiante universitario

-Y aún así te esfuerzas para ayudarlos a todos

Sherlock lo apartó y levantó su rostro para que lo viera a los ojos.

-Yo no creo en los héroes, pero si existieran estoy seguro de que tú serías uno de ellos

John tragó saliva e intentó calmar su respiración mirando en los ojos del mas alto, su color era como un tranquilo mar, transmitían paz como la calma después de una tormenta. Sherlock le limpió una lágrima con el pulgar y formó una imperceptible sonrisa.

-Creo en ti, John Watson

Entrelazó sus manos buscando darle seguridad. John se tomó su tiempo para disfrutarlo, no quería acabar el contacto. Miró directo a esos hermosos ojos y una sonrisa real se formó en su rostro.

-Gracias, Sherlock

-Vamos. Te acompaño a la enfermería

Sin soltar su mano, Sherlock lo acompañó todo el camino, asegurándose de estar a su lado.

וAnti-héroes Literarios•×Where stories live. Discover now