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Finalmente llegó la mañana, Victor despertó sin recordar nada de lo que pasó la noche anterior. ¿Por qué estaba en la cama de John? No lo sabía. ¿Por qué John tenía los ojos rojos e hinchados? Tampoco lo sabía. ¿Por qué su amigo abrazaba un libro cómo si no quisiera dejarlo ir? No estaba seguro de querer saber.

-¿John?

Lo movió un poco para despertarlo, su voz también levantó al dragón y al príncipe. John abrió los ojos con dificultad, bajó la mirada a sus brazos sosteniendo un libro y se sentó de golpe sobresaltando al pelirrojo. Miró el título de la historia unos segundos antes de llevarse una mano al rostro y soltar un tembloroso suspiro.

-¿Estás bien?

-Se fue- murmuró.

Victor observó el título y entonces echó un vistazo a la habitación notando la ausencia de una fuerte creación, las palabras de John entonces tuvieron sentido. Posó una mano en el hombro del rubio sin saber que decir pero compartiendo su pena. Miró confundido a su amigo cuando este movió el hombro para alejarlo y se levantó de la cama, Hamlet lo imitó en cuanto estuvo de pie e igual lo hizo la bestia con alas.

-Hay que acabar con esto- declaró el rubio. -Antes de que alguien más salga herido

Se calzó las zapatillas, tomó su abrigo y dejó la habitación seguido de los personajes restantes. Victor se apresuró a seguirlos, bajaron hasta la sala común donde encontraron a Jim y Sebastian entre el grupo de estudiantes que pasaba su mañana allí. John apretó los puños y se acercó con paso firme al pelinegro, en cuanto Jim se dio la vuelta fue estampado contra la pared llamando la atención de todos.

-¡Watson, ¿qué crees que estás haciendo?!- exclamó Moran.

-¡¿Dónde está?!- gritó el rubio agarrando con ira las ropas del irlandés.

-No sé de que hablas- se defendió Jim con claro miedo en la voz.

-¡Moriarty! ¡¿Dónde está el maldito?!

-N..No lo sé

Fue empujado una vez mas contra la pared golpeando su espalda, para este punto Victor intentaba con todas sus fuerzas evitar que Sebastian se les acercara.

-¡Dímelo!

-¡De verdad no sé! ¡Lo abandoné ayer!

-¿Después de dejar que mutilara a uno de los suyos? ¡¿Eh?!

-N..No sabía de lo que era capaz. ¡Liberé al príncipe en cuanto pude, lo juro!

-¿Cómo los trajo a todos?

-¡Con un libro! E...Es un antiguo libro de hechizos, un Grimorio

John miró fijamente los ojos del pelinegro buscando una pizca de engaño, pero parecía estar diciendo la verdad. Lo soltó bruscamente haciéndolo caer, Sebastian se soltó de Víctor y corrió hacia él para ayudarlo.

-¿Estás bien?

-Sí...

-¡¿Qué carajos, Watson?!

-No te metas, Moran. No quisiste creernos así que no te incumbe

-Creo cada palabra de lo que me dijeron, vi a los demás con mis propios ojos. Pero será mejor que arreglemos esto en otra parte, ya causaste una escena

Los personajes, ocultos tras la escalera hasta el momento, los siguieron cuando dejaron el edificio para ir a la biblioteca. Víctor pasó saliva y revisó el piso cuando entraron, el libro del rey seguía allí tirado cubierto de polvo. Fue ignorado por ambos rubios, que empezaron a discutir en cuanto las puertas se cerraron.

וAnti-héroes Literarios•×Where stories live. Discover now