וAnti-héroes Literarios•×

Reencuentro maldito

Sherlock volteó al oír la puerta. Victor entró en la habitación y cerró con cuidado para no hacer ruido. Era pasada la media noche y el chico de rizos seguía despierto, caminando de lado a lado en su cuarto.

-¿Te preocupa algo? Oigo tus pasos desde el otro lado del pasillo- Victor se sentó en la cama desocupada mirando preocupado a su amigo.

-Todo esto es tan... ridículo. Todavía no puedo creer que sea real

-Pero aún así nos estás ayudando, gracias por eso

-Claro que sí. No dejaría que lastimaran a John

-Creí que no te caían bien los chicos del equipo- Victor formó una sonrisa ladina.

-Creía que todos eran unos idiotas, John probó ser lo contrario. Es una muy buena persona

Pocas veces el pelinegro sonreía genuinamente contento, y Víctor comenzaba a notar un patrón. Una razón específica para cada vez que lo hacía.

-Sherlock

-¿Sí?

-Acaso... ¿te gusta?

-¿Qué?

-Lo proteges mucho y siempre buscas estar a su lado desde que empezó toda esta locura. Nunca te vi tan apegado a alguien, nisiquiera a tu hermano

-¿Eso significa que me gusta?

-Probablemente

Sherlock sacudió la cabeza y le restó importancia con un movimiento de mano.

-Como sea, no hay tiempo para eso. Hay que concentrarse en mantenerlo con vida hasta que todo esto acabe. No puedo creer que mi vida universitaria se convirtió en una novela de misterio

-No puedo creer que incluso así hay que seguir asistiendo a clases

-Ah, sí. Le pediré a Mycroft un descanso para todos

-¿Puedes hacer eso?

-Puedo convencerlo de lo que sea con un trozo de pastel

El pelirrojo resopló conteniendo la risa y le lanzó una almohada.

-Anda, vete a dormir. Mañana seguirá esta loca aventura

Sherlock suspiró y se sentó a un lado de su amigo.

-No entiendo como una mente criminal brillante se toma la noche libre. En las películas nunca se ve a los protagonistas descansar, ni a los villanos. Podría atacar en este momento, pero en lugar de eso nos deja dormir

-Tienes razón, es raro. Pero así funciona el mundo real, esto no es una novela por más irreal que sea todo

-¿Te quedarás esta noche también?

-Sí, Anderson ocupó mi cama con todos sus mapas y papeles. Está enloqueciendo con cada teoría nueva que se le ocurre

-No te preocupes, no llegará a nada. Su mente no da para tanto

Victor rió y le dio un golpe amistoso en el brazo que Sherlock después se sobó. El de rizos entonces bajó la mirada y frunció el ceño preocupando otra vez a su amigo.

-¿Qué piensas?

-Me he dado cuenta... de que no hemos visto a Richard III hace mucho

-¿El loco de la espada?

-La última vez Holmes lo estaba persiguiendo pero lo perdió en la biblioteca después de herirlo

-Quizas sigue ahí, aunque no hay mucho espacio. Es raro que no lo hayamos visto