Capítulo cinco: La sangre dorada.
Draco Malfoy
—Hogwarts está custodiado por, al menos, doscientos Mortífagos —explicó Thomas.
El cabello largo y oscuro —como la noche— de Pansy, flaqueaba sobre la Marca Tenebrosa tatuada en su antebrazo izquierdo. Sus ojos clavados en él. Rehentt tenía dos lunas oscuras bajo sus ojos, con la mirada tan agotada que se desplomaba sobre la mesa que nos dejaba en círculo. Granger siempre tenía esa expresión seria mientras sus dedos repicaban, uno por uno, sobre uno de sus propios brazos cruzados. Yo no había dormido en toda la noche por culpa de esas pesadillas de mierda y Thomas estaba intentando formar un plan, tal y como recordaba que lo hacía para Chiara hace seis años en esta misma mansión.
»—La vieja escuela de Magia y Hechicería está en uso actualmente. Ayer se incorporaron los alumnos que este año cursarán las asignaturas que la escuela nos brindó en algún entonces. Eso significa que Voldemort permanecerá en la Mansión Riddle por su recuperación pausada.
—Eso quiere decir que tenemos un enemigo en común —interrumpí—; Arabella Lestrange en su último año.
—Esa anomalía andrajosa siempre será nuestro enemigo común —casi escupió Pansy.
—Además de aquello —señaló Thomas—, tenemos que entrar a una escuela. Una escuela con niños. Una escuela con niños, directivos, tropas y Mortífagos cuidando una oficina tan importante como la de Dumbledore.
—¿Y si la sangre no está allí? —preguntó Hermione, levantando la cabeza.
Me dirigí a ella.
—¿El origen de esa pregunta?
—¿No creen que, sabiendo que quieren a Chiara y nos incrustaron a devolverla, no hubieran encontrado ya su sangre? Estamos hablando de la oficina de Albus Dumbledore, un hombre que murió en mil novecientos noventa y siete. El ex—mago más poderoso de todos. Las hermanas Carrow y demás... Mortífagos habrán investigado y destruido absolutamente todo.
—Y con ello, el libro de las almas doradas —inquirió Rehentt, hablando por primera vez en una hora completa.
—Nos queda averiguarlo —Thomas se encogió de hombros.
—¿Qué hay de la daga? —preguntó Pansy.
—Hay tanto por donde buscar, que la daga no pasa por mi cabeza —negó—. Primero tenemos que preocuparnos por la sangre, luego el libro y la daga es lo último.
—Sin el libro no somos nada —murmuró Granger.
—¿No hay nada en esta biblioteca, que nuestro Señor sepa o que la mansión Dorks tenga? —La azabache se encogió de hombros.
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"The Little Dorks" 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼
Fanfiction💛 Segunda parte de la bilogía |Draco Malfoy| 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 Si Chiara y yo habíamos vivido la faceta agónica de su significado, la que volvió a brotar luego de años, tenía un enigma diferente. La era de la oscuridad decidió aso...