𝐈𝐕

481 28 5
                                    

Capítulo cuatro: En nombre de la Orden.

Capítulo cuatro: En nombre de la Orden

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Draco Malfoy

Lo que Pansy había dicho hace unos días, nos había sacado un enorme peso de encima; teníamos que encontrar el frasco de sangre que Chiara le había entregado a Dumbledore aquella noche. Era una tarea jodidamente complicada, porque Severus Snape lo había asesinado en 1997, las cosas ya no eran como en aquella época y estábamos hablando de sangre, que se coagula con el paso del tiempo.

Maldije el día en que todo se fue a la mierda unas trescientas veces antes de decidir levantarme del sofá en la biblioteca. Rehentt estaba a un costado leyendo un libro sobre Encantamientos que pudiera ayudarnos en algo, pero llevaba haciendo eso desde hace un año, y empezaba a creer que solo lo hacía para distraerse de la desesperación que lo carcomía.

-Voy a llamar a Thomas -afirmé, haciendo que él levantara la vista.

Los únicos que sabíamos de esto éramos Rehentt, Hermione, Thomas, Pansy y yo. Sin contar a Lord Voldemort -El Oscuro-.

-¿Sabes que te matarán si intentas husmear en el castillo, no es así?

-Sí, sí lo sé.

Avancé por el pasillo de la casa, hasta la polla de lo que cargamos en la espalda como karma.

Hoy teníamos que planear la salida para poder avanzar y saber qué mierda hacer. El castillo estaba plagado de Mortífagos, líderes, hombres peligrosos y personas encarceladas, ahogándose entre la niebla verde.

-¡Shadow! -lo llamé mientras avanzaba hacia la puerta de mi oficina.

El cuervo negro voló con toda su fuerza, posándose en el cetro de plata donde se quedaba cuando yo así se lo ordenaba. Tomé un pergamino del cajón y la pluma que tenía sobre el tintero. Comencé a escribir la carta lo más resumida posible y dejé mis iniciales al final. La doblé y se la di a Shadow, que terminaba de tragarse a un gusano.

-A Riader, gracias.

El ave se fue por la ventana mientras yo me dejaba caer en la silla, agotado. El trabajo y el estrés nos estaban pasando factura a todos nosotros.

Estiré el brazo para abrir el aparador y sacar la botella de whisky que había dentro. Lo serví en el vaso de cristal y lo hice circular en su interior. Siempre que lo hacía me sentía derrotado, como si ya no hubiera nada por hacer. Lo bebí, saboreandolo sobre mis labios.

Y, para colmo, frente a mí había un periódico del Profeta.

"BLACKSOUL ATACA DE NUEVO"

El título se repetía cada maldita semana. Mi nombre se repetía cada día bajo la máscara de Voldemort.

«El conocido desconocido BlackSoul ("Alma Negra") ha recorrido las calles, haciéndoles pagar a quienes lo merecían. Nuestro Señor siempre está dispuesto a hacer que el Mundo Mágico aprenda de sus errores, pero quienes no lo respeten y vayan en su contra, serán cobrados bajo su propia ley. Michael Kinnesty no fue la excepción esta vez. Nuestro ex-encargado del Ministerio desobedeció y conspiró en contra de nuestro Oscuro, rompiendo la confianza que se había depositado en él al ser elegido para el cargo. Es allí el claro ejemplo de la desgracia que puede corresponderle a quien nos traicione como pueblo. BlackSoul y su acompañante, aún innombrado, se han desecho de Kinnesty en nombre de sus engaños y apoyo hacia la casi derrotada Orden del Fénix.

"The Little Dorks" 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora