𝐗𝐕

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Capítulo quince: Por las calles de Midtown.

Capítulo quince: Por las calles de Midtown

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Chiara Dorks Snape

Bajé del caballo cuando una aldea comenzó a hacerse presente y me sujeté la cien ante el mareo que quiso avasallarme los músculos, pero no busqué darle atención. Tomé el espejo y dejé que se clavara en la piel de mi palma, que estaba repleta de cicatrices.

—¿Draco?

Nadie contestó.

—¿Alguien puede oírme?

Nada.

Tomé asiento sobre el césped, agotada. Pasé ambas manos por mi rostro, cubriéndolo de sangre y frustración. Intenté hacer lo mismo que antes. Usé el cristal para generar una abertura y dejar caer las gotas rojizas hasta mis muñecas, concentrándome en desaparecer.

O eso quise lograr, porque el corte volvió a cerrarse y nada sucedió.


Draco Lucius Malfoy

Un mes antes

«—Incendié la Hilandera, pero solo se quemaron los libros que tocamos y parte de la estantería. No pudieron ver nada —había dicho Thomas antes de que nos fuéramos hacia la Orden.»

Ahora nos encontrábamos allí, con cristales en el cabello y los músculos tensos.

No habíamos tenido ni tiempo de leer nada, de hacer absolutamente nada porque necesitábamos el último objeto. Necesitábamos la daga, y solo habíamos recibido un mensaje de la Orden del Fénix.

Caminamos por los pasillos, sin máscaras ni túnicas. Estábamos al descubierto, totalmente agotados. Observé con frialdad a los integrantes, dirigiéndome hacia la oficina de Longbottom. O donde mierda pudiera encontrarlo. Le di una mirada a los demás detrás de mí. Pansy pasó una mano por su cabello negro, con el mismo fastidio que yo. Hermione tenía los brazos cruzados y el ceño fruncido, como siempre. Thomas solo observaba hacia el frente.

Toqué la puerta del despacho al llegar, impaciente. Tenía tantas cosas por hacer que, esperar, no era mi prioridad. No era la de nadie aquí.

No oí nada

Volví a tocar, con más impaciencia que la anterior.

Nada, nada, absolutamente nada.

—Maldito Longbottom.

Thomas bufó y se dirigió a un integrante de por ahí, como los otros tantos que rodeaban los pasillos de piedra oscura.

—¿En qué puedo...?

—¿Dónde se encuentra Neville Longbottom?

—En la sala de objetos perdidos, Señor.

—Gracias —soltó, abruptamente, antes de tomar pasos fríos para que lo siguiéramos.

"The Little Dorks" 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora