💛 Segunda parte de la bilogía |Draco Malfoy| 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼
Si Chiara y yo habíamos vivido la faceta agónica de su significado, la que volvió a brotar luego de años, tenía un enigma diferente.
La era de la oscuridad decidió aso...
Este capítulo va dedicado a @darkgreen_h porque se merece su final feliz. Gracias por disfrutar tanto de esta historia y haber creado la tuya. Gracias por todo.
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Canciones recomendadas para este hermoso capítulo; "Evermore" , "The 1" y "Cardigan" de Taylor Swift, "I Miss you, I'm Sorry" de Gracie Abrams, "Mystery of love" de Sufjan Stevens, "War" de Chance Peña, "Halley's Comet" de Billie Eilish y "Paris, Texas" de Lana del Rey.
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Chiara Dorks Snape
Divisé cada detalle en el espejo antes de soltar el aire que tenía cautivo en los pulmones.
La ansiedad me estaba carcomiendo.
—Respira un poco, todo va a salir perfecto —sonrió Daiana.
—No es eso por lo que estoy tan nerviosa.
Pansy sonrió detrás nuestro, con su vestido negro y el cabello recogido. Negó con la cabeza, observando a la rubia. Nunca la había visto llevar colores oscuros, su personalidad era todo lo contrario a ellos.
—¿Por qué, entonces? —cuestionó Alex.
Jugué con mis uñas esmaltadas de blanco, sintiendo mi piel cosquillear.
—Porque de verdad está pasando —sonreí, exhalando el aire que había estado conteniendo, ansiosa—. Porque, de todas las veces que lo habíamos pensado, de todas las formas en las que creímos que no, está sucediendo —jadeé, incrédula.
Daiana sostuvo mi mano, sonriendo con orgullo.
—Lo mereces —me observó fijamente a los ojos—, mereces tu final feliz.
Parkinson respiró profundo, esnifando.
—Van a hacerme llorar, imbéciles.
Aparté una de las lágrimas que cayeron por mis mejillas, incorporándome. Acomodé el vestido blanco y dejé que Ariana dejara la diadema sobre mi cabeza, sosteniendo mis hombros para darme fuerzas.
—Ve a comerte el mundo —susurró Pansy, asintiendo con felicidad, antes de retirarse junto a las demás.
Respiré profundo dejando una mano sobre mi estómago, observando la puerta con inquietud. Tras las ventanas, todo se veía precioso. Los invitados, las sillas, las guirnaldas... Todo era de ensueño. Volví a mirarme a través del espejo, repasando los únicos mechones de cabello que quedaban sueltos. Alisé el vestido y acomodé las mangas de gasa que dejaban mis hombros, descubiertos.
