"The Little Dorks" 𝓐𝓷𝓲𝓵𝓵𝓸𝓼 𝔂 𝓟𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼

𝐓𝐇𝐎𝐌𝐀𝐒 𝐃. 𝐑𝐈𝐀𝐃𝐄𝐑

29/10/2020

Mi querido cómplice de filos agrietados, Thomas Riader:

Desde siempre creí que serías un personaje pasajero en una historia tan revuelta, pero no fue así.

Todo lo nuestro comenzó como un arreglo y finalizó en tantas cosas inexplicables... Desde que te conocí supe lo inteligente que eras, y tu sed de venganza era igual a la mía. Con el avance de lo nuestro, mis sentimientos ardieron como el fuego y dejé de recordar por qué estaba luchando realmente. Tú pasaste por lo mismo. Estaba sintiendo demasiado por ti, y tenía miedo de que volvieran a romper mi frágil corazón.

¿Pero cómo pudimos seguir si ninguno de nosotros sabía sentir?

Al fin y al cabo, apostamos al amor más retorcido.

Quiero atesorarte como una de las mejores cosas, porque, como decía antes, creí que sería algo pasajero. Hasta nuestro último momento, fuiste quien me sostuvo y aligeró el camino para que pudiéramos seguir adelante.

Con el tiempo descubrimos las verdades. Descubrimos que lo nuestro no era más que una ley familiar.

« -En este momento eres la oveja y todos estos son tus depredadores. Tienes que ser sigilosa con tus movimientos. Sé que no eres ingenua y sabes que tienes a todos esos idiotas a tus pies. Muévete por donde te convenga.

-¿Asesinaste al Thomas que me consoló después de mi ruptura?

-El que conociste era fácil de matar.

-¿Eres un iceberg ahora?

-Tú también asesinaste a Chiara. Ahora llegó la versión rebelde y manipuladora.

-No la maté, se suicidó.

-Siempre tan optimista...

-Y tú siempre tan cariñoso. »

Ambos cambiamos demasiado luego de lo que alguna vez nos rodeó en la historia. Habíamos dejado salir los demonios más oscuras de nuestro interior. El dolor se había llevado nuestras fuentes de felicidad y nos convertimos en sobrevivientes. Para nosotros la vida era como un tablero de ajedrez, a fin de cuentas, todo es un juego. Continuamos peleando aunque el mundo marcara nuestra sentencia de muerte. Quisimos tapar el cielo con nuestras manos y, aunque lo logramos, todo dejó de tener sentido.

¿Dónde estás, Thomas?

Mejor... quisiera preguntar...

¿Dónde estoy y por qué aún no viniste a buscarme?

-Kiara, desde otro tiempo en el mundo.