Sinopsis: Poco antes de la misión en el Tren Infinito en el que habían desaparecido 40 personas , al que fue enviado el Pilar de las Llamas Kyojuro Rengoku junto los jóvenes aprendices de cazadores de demonios Kamado Tanjirou junto a su hermana dem...
-¡No puede ser! - dijo impactado Tanjirou al ver quienes tenía pocos metros de ellos.
-¡Aniue!- dijeron varias voces que correspondían a cuatro niños y corrieron hacia el pelirrojo tirándolo en el suelo. El pelirrojo estaba impactado y en shock , temblando movió las manos y notó que podía tocarlos. Los abrazó con fuerza empezando a llorar en voz alta.
-Pues claro que somos nosotros, ¿Quien si no?-comenta Takeo
-Nezuko lleva un bozal en la boca- señala Hanako. Uno de los niños era apenas un bebé de dos años y solo decía algunas pocas palabras sueltas gateo hasta la demonio que lo miraba con atención , sin decir nada. Rokuta la miro y estiro las manos sonriendo, parecía como si la hubiera reconocido.
-Ne ... neko -
-mm mm - responde la chica demonio y sonrió un poco cogiendo al bebé con cuidado y de no arañarlo viniéndole a la mente ese mismo niño siendo abrazado por alguien parecido a ella tirado en el suelo. Rokuta movió las manos acariciando las mejillas de su hermana mayor.
-¿No habla?- pregunta Shigeru ya sentado junto a su hermano mayor quien los seguía abrazando con restos de lágrimas.
-Tanjirou , hijo mío. Como has crecido -
-¡Padre, madre! - más lágrimas cayeron de sus ojos , si esto era un sueño no quería despertar todavía. Ambos asintieron con una amplia sonrisa mirándolo con orgullo.
Rengoku Kyojuro dio varios pesos lentos temblando un poco mientras se iba acercando a la persona que le estiraba los brazos sonriendo sin moverse de ahí. Miro varias veces arriba y el techo estaba abierto dando la luz del sol y la mujer seguía ahí con calma sin derretirse ni nada parecido por lo que rápidamente descartó que se tratará de un demonio... Pero eso no era posible murió hace años.
-M.. madre- dijo intentando que la voz no le temblará demasiado. Debía contener las emociones de la mejor manera como buen pilar.
-Kyojuro - responde la mujer cuyo cabello era largo y negro con los ojos rojos con una pequeña sonrisa y se acercó despacio -¡Cuanto has crecido mi niño! ¡Te has convertido en todo un valiente guerrero y Pilar de las Llamas!- habló mientras lentamente ponía las manos en sus hombros y lo abrazaba. El pilar al sentir ese cálido y fuerte abrazo volvió a sentirse como ese niño pequeño que perdió a su madre hace tantos años. No lo pensó dos veces antes de devolverle el abrazo cerrando los ojos y derramando lágrimas sin parar. La había echado tanto de menos.
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-Madre- repite con suavidad mientras Ruka le acariciaba el cabello -
-No llores, por favor. Mírame estoy bien. No me duele nada y puedo permanecer de pie
-¿Có.. como es posible? Cuando era niño y nació Senjuro estabas cada vez más débil.
-No puedo decirlo todavía.... Estoy feliz y orgullosa de ver lo lejos que has llegado , hijo mío.
