Viendo nuestro pasado, presente y futuro ( Watching Kimetsu No Yaiba)

Descanso y charla entre madres de cazadores

Desde hacía más de 5 años , los hermanos Shinazugawa no se habían sentido de esa forma como antes de que la tragedia llegará a su hogar. Un poco relajados y con gente que se lo habían demostrado más de una vez podía contar con ellos. 

Shizu comía mientras charlaba conteniendo las lágrimas sin saber que decir y el resto de madres de los Pilares a varios metros alejados del resto mientras estas solo le decían palabras bonitas y de consuelo no culpándola de nada de lo que sucedió para que se fuera sintiendo mejor poco a poco. 

-Eres admirable, Shizu- dice sonriendo Kie Kamado- No fue tu culpa lo que acabamos de ver. Tú nunca pediste ser demonio- la pequeña mujer la miró con sus ojos azules a la de ojos lila hipando un poco. 

-Lo que dice Kie es cierto. Fuiste una gran madre - habla ahora Ruka - Como dijo tu hijo mayor es la tragedia de los demonios. Que una vez convertidos olvidan quienes son y atacan lo primero que vean aunque sean los seres que más aman. 

-Tu segunda hija es un demonio ahora - dice Shizu mirando a la pelinegra de ojos lila - ¿Cómo ella pudo resistirse? 

-No lo sé - responde con sinceridad Kie - Es uno de esos misterios que todavía no sabemos completamente. 

 -Se siente un poco raro ser la única madre de las aquí presentes que sigue viva - dice con timidez y algo sonrojada la señora Kanroji - Pero sé que todas sois buenas mujeres. 

-¿Las demás también estáis muertas?- pregunta la mujer más bajita , las otras asintieron- ¿Cómo fue? 

-Asesinada por Muzan Kibutsuji hace 2- 3 años - responde Kie dándole un pequeño escalofrío , nunca podría olvidar esos ojos rojos y esas garras. 

-¿Tu esposo también?- parece que la tímidez que a veces mostraban Sanemi y Genya salió de ella- 

-No, Tanjuro murió a los 25 años por una enfermedad, fue varios años antes de que la tragedia llegará a nuestra casa - responde con una sonrisa triste la madre de los Kamado- Pero ahora volvemos a estar juntos. 

-¿Y tú, Ruka? - la mujer pelinegra de ojos rojos cerró los ojos y soltó un pequeño suspiro 

-Por una enfermedad poco después de que naciera mi segundo hijo Senjuro. Desde ese entonces cada vez me fui debilitando más y llegó un día donde ni podía tenerme en pie teniendo que permanecer todo el día en la cama. Mi esposo estaba desesperado porque él hizo todo lo que estuvo en su mano para intentar encontrarme la cura y estaba dispuesto a pagar lo que fuera que costara el remedio pero no existía y un día.. Mi hijo Kyojuro me vio morir mientras Shinjuro estaba fuera en una misión. Ya me había ido cuando él regresó y recuerdo verla ya como un espíritu completamente destrozado llorando sobre mi cuerpo. Algo que me dolió es no poder despedirme de él como pude hacer con Kyojuro. Desde ese día todo cambió , mi esposo ya se encontraba mal a nivel anímico poco antes de que yo muriera, mi perdida fue lo que le hizo derrumbarse y caer casi al abismo durante diez años. 

-Realmente tu esposo te amaba mucho - dice con una pequeña sonrisa la señora Tokito - Debió sentirse destrozado. 

-Con toda su alma. Cuando lo conocí , algo en él parecía haberse vuelto a iluminar porque cuando éramos novios me confesó que él había perdido a sus padres siendo muy joven. Su madre murió por una enfermedad y el que hubiera sido mi suegro cayó a manos de los demonios así que estaba solo desde hace unos pocos años quitando a los compañeros que aún le quedaban vivos en ese entonces. Luego yo era el único apoyo y consuelo que tenía para desahogarse por todo lo terrible que veía en la caza de los demonios, en eso lo entiendo no podía decirle todo lo que experimentaba a nuestro hijo Kyojuro, solo era un niño pequeño.