Viendo nuestro pasado, presente y futuro ( Watching Kimetsu No Yaiba)

Capítulo 78 : Mitsuri Kanroji el Pilar del Amor. Aclaración de sentimientos

Los señores Kanroji junto a los Shinazugawa ( Shizu y sus hijos más pequeños) y los Kamado  no podían evitar reírse al ver esa divertida escena de pelea jugando entre los Pilares del Sonido y del Viento. 

-Se comportan peor que nosotros siendo más mayores- dijo conteniendo la risa Kiriya mirando a sus hermanas , esta asintieron soltando risitas. 

-Gracias por calmarlos Gyomei- dijo con tono sereno el patrón mientras los nombrados cambiaban sus expresiones de sorpresa a una normal, cuando quería el Pilar de la Roca imponía - ¿Estamos listos para seguir? 

-Sí, señor 

Ahora viendo el pasado de Kanroji el Pilar de la Serpiente podía ver las diferencias mucho más notables que antes. Su familia biológica jamás lo apreció ni valoro sino que solo lo veían como una ofrenda de sacrificio para una supuesta diosa que en realidad era un demonio parecido a una serpiente que le daba muchas pesadillas cuando era niño y aún lo seguía haciendo aunque en menor cantidad mientras la pelirrosa tenía una familia muy cariñosa y amorosa donde la querían y valoraban tal y como era ella. Sus padres y sus hermanos pequeños la amaban muchísimo. 

Ella era hermosa tanto por dentro como por fuera mientras él no era una belleza o precisamente guapo como Tengen Uzui. Él no era de los más fuertes en lo que es la fuerza física y estaba podrido por dentro sintiendo asco de su linaje tanto que solo Shinjuro Rengoku, el patrón y Tengen Uzui sabían un poco de su pasado. Casi nadie sabía de esa espantosa cicatriz que tenía cubriendo con las vendas y su historia de la que cada vez que se acordaba quería gritar y llorar como se la cortaron pero no mostraría debilidad menos por algo que sucedió hace años. Era el principal motivo por el que él apenas comía y era tan bajo. 

Pero también tenía cualidades de las que se sentía orgulloso en cierto punto, quizás no era el más rápido o más fuerte de sus compañeros pero si en algo resaltaba comparado a los otros era en su esgrima con la espada , su agilidad , resistencia física y habilidad para esquivar debido a su turbio pasado. Era de los que más seguía casi al pie de las letras las normas establecidas de la cofradía aunque ahora quizás estaba viendo que se debía hacer pequeñas excepciones como confiar en ciertos demonios como el caso de Nezuko Kamado , Tamayo incluso ese demonio peli verde ayudante de la médico llamado Yushiro con cautela al ser esos tres a los únicos que aunque no lo admitiera en voz alta aliados que necesitaban para luchar contra Muzan y las Lunas Superiores. 

Aunque había algo en lo que si coincidían tanto Kanroji como él y era que ambos se sentían bien cuando salvaban la vida de las personas y más cuando estas se lo agradecían sintiendo en su caso particular que por cada vida salvada quizás reduciría su estancia en el infierno por los pecados cometidos por su familia al estar está maldita. 

-Obanai-san - le llamó la hermosa mujer de ojos verdes sacándolo de sus pensamientos, dudas y auto desprecio interno- ¿Está todo bien? Parecías un poco ido otra vez. 

Obanai carraspeo antes de responder un poco sonrojado - Está todo en orden. Solo estaba pensando un poco, eso es todo, Kanroji. 

-¿Si? ¿Y .. qué te pareció lo que mi primer ex prometido me dijo? ¿Crees que yo sea así?- pregunta juntando un poco los dedos con timidez Mitsuri -Sé que tengo mucha fuerza y que a veces... 

-Claro que no. Ese cretino solo estaba diciendo tonterías - responde apretando con firmeza acariciando de forma natural la palma de su mano y vio como ella contuvo un chillido de emoción sonrojándose más- No sabe lo que se pierde. A una persona muy dulce y amable que purifica a todo el que la oye. 

-Ahhhh, ¿de verdad piensas eso de mí? - pregunta mientras los ojos de ambos brillaban mirando al otro ignorando por un rato el mundo exterior. 

-Sí, eres la persona más pura que he conocido - responde de forma directa acercando su otra mano a su mejilla mientras la pelirrosa dejaba salir lágrimas emotivas sonriendo. Kaburamaru también intentó no emocionarse al ver como su amigo estaba a un paso más cerca posiblemente de ser feliz.