capítulo 2O.

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El camino de regreso a casa fue inundada en calma y silencio

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El camino de regreso a casa fue inundada en calma y silencio.

El chico castaño estuvo sumido en sus pensamientos mientras daba los últimos sorbos a su frapucchino mientras que el pelinegro solo esperaba que nada entre ellos haya cambiado negativamente. No es como si él hubiera mandado a un "impertinente" a sucumbir en los planes que tenía con su hermoso chico.

— Seungmin... — lo llamó suavemente, el menor no creía poder soportar un minuto más de ese molesto silencio.

El mencionado acariciaba el envase de plástico con su pulgar mientras murmuraba un sonido común, Minho lo tomó como una muestra de atención y prosiguió.

— Yo... — titubeó mientras deslizaba con la mano su cabello hacia atrás. — lamento mi comportamiento en esa cafetería. A veces-

— Está bien, no te preocupes — lo interrumpió para luego suspirar con desgana — todos tenemos nuestros cambios repentinos... aunque, deberías de aprender a comportarte. Parecías un chico tan infantil de esa manera. — Minho se avergonzó levemente escuchando eso. ¿Realmente así era? — Y ni le tuviste algo de respeto a BangChan — le reprochó con un toque de indignación —, es mayor que nosotros y tu sonaste tan grosero cuando no hacía nada más que ser amable y tolerante contigo.

"Si tan solo no se hubiera atrevido a acercarse a ti" — respondió mentalmente el pelinegro.

— Eso suena tan mal viniendo de tu parte. — soltó con pena.

— Pero es cierto, debes reconocer tus errores y ese fue uno que dejó una mala impresión a BangChan sobre ti.

— ¿Podemos dejar de mencionar a ese tipo? — lo miró fijamente deteniendo el paso, que por cierto estaba a unos cuantos pasos cerca de la casa del mayor. — Simplemente no me dio buena espina y ya.

Seungmin resopló quedándose quieto también — A eso me refiero, ni siquiera lo conoces-

— Tú tampoco lo conoces y ya hasta le diste tu número de celular. — soltó repentinamente.

— Pues se debe a que yo sí le estoy dando una oportunidad para conocerlo — respondió con la misma rapidez. Realmente le estaba cansado la actitud del menor.

— Podría ser alguien peligroso y tú andas de confiado.

— No seas paranoico. — chasqueó la lengua.

— ¡No es eso!

— ¿Y entonces? ¿Qué diablos te sucede, Minho?

"¡ESTOY CELOSO!" — tuvo que morder su lengua levemente para no gritar eso, y vaya que ansiaba decírselo.

Pero aun no era el momento.

Así que optó por el segundo argumento que también rodeaba en su mente — No quiero que te hagan daño.

Y fue suficiente para que un incómodo silencio reinara nuevamente entre ambos chicos.

— No tenías porqué confiar en él de esa manera.

— Son mis decisiones, agradezco tu preocupación pero yo soy responsable de lo que hago... Y si tu no tuviste la molestia de tratar una conversación con alguien nuevo es tu problema, no el mío.

Empezó a caminar pero fue detenido de inmediato por Minho, quien lo abrazó por la espalda.

— Mi-Minho — advirtió mientras que inevitablemente sus pálidas mejillas empezaban a ruborizarse.

— No quiero que se enoje conmigo, hyung~ — habló dulcemente mientras reforzaba el agarre en la cintura del mayor con ambos brazos y entrelazaba sus dedos encima de aquel plano abdomen.

Un toque suave y seguro, lleno de sentimientos sinceros y a flor de piel por parte de Minho, que se sentía tan bien y lo sentía tan correcto que la calidez del cuerpo ajeno y el incesante latido de su corazón lo confirmaba completamente.

Colocó su mentón encima del hombro del castaño y suspiró lentamente.

— Tiene razón, a veces soy un tonto. — dijo con un tono que Seungmin no pudo evitar sentir más que ternura, afirmándolo al ladear su cabeza y ver el inconsciente puchero que el menor había hecho con sus esponjosos labios. — Pero es que me preocupo por ti — prosiguió— y, si me lo permites... quiero protegerte siempre — separó sus propias manos para tomar las del mayor entre las suyas.

Enviando una corriente especial entre ambos, una oleada inexplicable de sentimientos mezclados: cariño, timidez, ternura, calidez... Amor.

Las mejillas de Seungmin se sonrojaron con más efusividad, sintió sus piernas debilitarse y lo único que quería hacer era voltear quedando frente a Minho y abrazarlo fuertemente, queriéndole transmitir todo lo que siente por él desde hace más de siete años.

— Te quiero mucho. — susurró mientras dejaba un casto beso en su sonrosada mejilla.

Sonriendo al sentirla muy caliente debido a la timidez que de seguro se apoderaba de su hyung.

— Déjame cuidarte, déjame hacerte sonreír — "Déjame quererte" pensó —, déjame estar cerca tuyo... ¿P-podrías hacerlo? — soltó la pregunta con nerviosismo.

— Nunca te he alejado, Minhonnie. — sonrió levemente. — Después de todo, somos mejores amigos ¿No?

"Muy pronto seremos algo más que eso" — se afirmó.

Sin embargo no contestó a la pregunta, no quería hacerlo y mucho menos quería afirmar algo que ya no deseaba.

Mejores amigos, esas palabras simplemente ya no existían para Lee Minho.

Mejores amigos, esas palabras simplemente ya no existían para Lee Minho

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gracias por leer<3

mi mejor amigo ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora