capítulo 25.

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— Vamos Momo, no soy tonto

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— Vamos Momo, no soy tonto. — sonrió con sorna. — Eso de que es solo su "mejor amigo" — hizo comillas con sus dedos. —, siempre me sonó a una mentira estúpida.

Momo sonrió sintiendo que toda la tensión desaparecía.

— ¿Tan obvio es?

— Quiso golpearme sin razón justificable. ¿Eso no te dice algo? — respondió con sarcasmo y burla. Haciendo reír a ambos.

— Vale, vale, tienes razón. — suspiró. — Minho está enamorado de Seungmin.

— Y es gracioso saber que a pesar de corresponderse no han logrado nada aún.

— Minho lo está intentando, pero como toda persona tiene sus defectos y comete errores, unos más estúpidos que otros. — Ambos volvieron a sonreír.

— Y Seungmin está tan cerrado a nuevas opciones, incluso ayer le comenté sobre mi teoría de que Minho gustara de él pero fue un desastre. Suele ser muy desconfiado y más aún cuando el chico que siempre le ha gustado no le daba indicios de sentir algo por él.

— Hasta ahora. — interrumpió Momo muy firme con su enunciado.

— ¿Y es por eso que me tiene la guerra declarada? — agregó, sonriendo ladino. — Claramente tiene celos de mí.

— ¿Y tú los tienes también?

El chico castaño volvió a mostrar confusión en su mirada.

— Lix... — lo llamó y ambos se miraron fijamente — ¿Te gusta Seungmin?

— ¿Qué? ¿A qué viene eso tan de repente?

— Solo quiero sacarme una duda de la cabeza y quiero que seas sincero conmigo.

Bien, ahora que ambos se sentían en confianza, Felix decidió aclarar sus sentimientos. Resopló con desgana y llevó su lacio cabello hacia atrás. Se miraron directamente un par de segundos y decidió hablar con calma.

— Siendo sincero puedo decirte que me sentí atraído por él. — sonrió levemente.

— ¿Y ahora? — Momo en serio temía que la respuesta sea positiva. Un triángulo amoroso sería difícil de solucionar.

— No. — firme, seguro y sencillo.

La pelinaranja soltó el aire de sus pulmones que sintió haber retenido por un par de segundos.

— Seungmin me gustó hace dos años aproximadamente. — suspiró hondamente. — Ahora simplemente es el cariño fraternal lo que siento por él.

— ¿Seguro? — insistió.

— Muy seguro. — soltó risitas breves — Algunos de mis amigos también me lo preguntaron y así como tú, no me creyeron. — hizo un adorable puchero provocando un sonrisa en Momo. — En su momento me sentí atrapado por él, su forma de ser, de comportarse, su tierna sonrisa... Había sentido las típicas mariposas que siente un adolescente — se burló. —, pero fue ahí donde comprendí muchas cosas.

— ¿Comprender? — Felix asintió en respuesta.

— Comprender que no siempre podremos ser correspondidos, Momo. Y por más que me dolió aceptarlo, siempre lo tuve presente. — sonrió perezosamente — Antes de haberme "enamorado" — volvió a hacer comillas con sus dedos porque ciertamente ese no era el concepto exacto que definía sus sentimientos — sabía que Seungmin estaba enamorado de Minho y que lo sigue estando. No podía interponerme en algo en el que sabía que sobraba y que podría salir lastimado si es que seguía dándome más ilusiones con él. Me costó un poco de tiempo, pero siempre tuve en cuenta que Seungmin me necesitaba más como un hermano, un amigo, un consejero y confidente para lidiar con sus cambiantes ánimos. Él ya tenía problemas emocionales respecto a sus sentimientos, no podía ser egoísta y fijarme solo en mí. Creo que más que nada, nuestro lazo nace en la confianza y hermandad que nos dimos poco a poco. Solo fue un tiempo de descubrimiento y experiencia, agradezco totalmente no haber perdido el control de mis emociones y perder su amistad. Eso no me lo hubiera perdonado. — se encogió de hombros con simpleza y agregó para no poner incómoda la situación. — Y esa, es toda mi historia.

— Yo, uh... — Momo no sabía que responder a aquello.

— Tranquila. No hace falta que digas algo. — le sonrió transmitiéndole confianza. — No es algo que me afecte ahora a decir verdad. Pero...

— ¿Hay algo más?

— Ahora siento que Minho me lo está quitando — bromeó — Seungmin y yo hemos conservado una rutina tan amena y agradable que ahora temo ser olvidado por él.

— Minho no haría eso.

— Estoy solo ahora mismo. — dijo con rapidez. — Hoy en la mañana cuando salimos de su casa nos encontramos con él afuera, al parecer lo estaba esperando y durante todo el trayecto hasta aquí estuvo hablándole. Seungmin intentó agregarme a la conversación... Pero demonios, Minho es muy posesivo.

Momo rió con soltura.

— Solo no quiero quedarme sin mi mejor amigo, no creo que sea mucho pedir. Queda claro que él no quiere ser eso pero yo sí. — pidió con tono infantil. — Quiero a mi mejor amigo cuando me enamore, cuando me case, cuando me divorcie, lo quiero en todo. — Ambos rieron.

— Y lo tendrás. Puede que en los momentos más importantes porque dudo que Minho lo deje tan libre. — bromeó por igual. — Solo es celoso y hasta posesivo con Seungmin. Los demás podemos morir y ni cuenta se da.

Felix soltó su grave risa para luego terminar en su característica sonrisa cuadrada.

— Entonces... ¿Crees que deba hablar con él?

— Te conviene hacerlo, debes llevarte mejor con tu futuro cuñado — le dio un codazo sin nada de fuerza y ambos sonrieron cómplices.

— Lo tomaré en cuenta. — agregó — Me he acostumbrado a ser muy cariñoso y meloso con Seungmin, quiero seguir siéndolo sin salir golpeado en el proceso. — chasqueó la lengua un par de veces — Dañaría mi hermoso rostro, y esto — se tocó ambas mejillas. — es sagrado.

— Sí, sí lo que tú digas. — sonrió en grande.

— ¿Vamos al comedor? Probablemente quede el tiempo suficiente como para comer algo ligero.

Momo aceptó gustosa y ambos se dirigieron a dicho lugar.

— Entonces... ¿Todo bien? — habló la pelinaranja cuando se sentaron luego de haber comprado algunos snacks.

— Más que bien . — le guiño el ojo. — ¿Sabes? También quisiera ayudar a la parejita. — dijo con calma y una pequeña sonrisa.

— Eso sería estupendo. — agregó feliz — Tal vez necesiten un empujoncito — sonrió tal cual una niña a punto de hacer una travesura.

— Y para eso estamos nosotros. Aunque que quede claro que ayer, hoy y siempre voy a querer a mi mejor amigo, pase lo que pase. Incluso me ofrezco como padrino en la boda. — sonrió genuinamente.

— Entonces prepárate para una charla algo larga con Minho.

Ambos sonrieron y empezaron a conversar de varias cosas, conociéndose y opinando de temas triviales.

Ambos sonrieron y empezaron a conversar de varias cosas, conociéndose y opinando de temas triviales

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mi mejor amigo ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora