capítulo 3O.

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Eran casi ya las 8:00 de la noche y Seungmin se encontraba escribiendo el informe en su laptop color gris, con la mirada fija en la pantalla y cómodamente sentado en el escritorio, mientras que el pelinegro que lo acompañó desde que salieron de la...

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Eran casi ya las 8:00 de la noche y Seungmin se encontraba escribiendo el informe en su laptop color gris, con la mirada fija en la pantalla y cómodamente sentado en el escritorio, mientras que el pelinegro que lo acompañó desde que salieron de la universidad, lo observaba tal cual una obra de arte.

Minho soltó un sonoro suspiro, su hyung es tan lindo y con un perfil tan perfecto que no quería retirar su mirada de él. Seungmin se sentía un poco tenso, hace ya varios minutos se había dado cuenta que el pelinegro lo miraba fijamente, intentó concentrarse pero... ¿Cómo hacerlo cuando el chico del cual estás enamorado no deja de mirarte?

El mayor decidió huir de la situación como siempre hacía, pero recordó que tenía que escribir el querido -nótese el sarcasmo- informe para presentarlo puntualmente mañana. Así que lo miró de reojo por última vez y tuvo que proseguir escribiendo para terminar lo más rápido posible, agradecía que todo estaba en su pequeño cuaderno y solo le faltaba pasar por escrito a la laptop.

Minho sonrió ampliamente al ver un leve tono rosado decorar las mejillas del castaño. Podía estar ahí horas y horas repasando cada lindo detalle que decoraba las delicadas facciones de su chico.

Así que, con seguridad en sus acciones, decidió estar más cerca de Seungmin, por lo que jaló una silla que estaba en la esquina de la habitación y la acomodó cerca al escritorio en donde el mayor estaba, pero a una distancia prudente para poder observarlo.

Puso ambos brazos en el escritorio y luego recostó parte de su rostro en su mano derecha, contemplando la bella imagen que tenía frente a él.

Estaba adorando aquel momento, en silencio y tranquilidad genuina... Solo ellos dos y nadie más.

Procuró pasar más tiempo así con él, claro que podía notar el nerviosismo de Seungmin, el cómo sus dedos daban suaves golpeteos en la mesa y sus orbes viajaban de un lado al otro. Pero sabía que eso no sería por mucho tiempo, tenía en cuenta que una vez que le pidiera ser su "novio" y que deseaba y rezaba a todos los dioses del Olimpo, no sea rechazado... Quizás Seungmin ya no actuaría con tanto nerviosismo, no cuando Minho pensaba engreírlo y darle muchos mimos para ver esa adorable sonrisa y lindo rubor en sus mejillas, por presenciar todo de él y en cada tiempo que pudiera tenerlo cerca o en sus brazos.

— Minho. — murmuró por lo bajo llamando la atención del nombrado, quien miraba ahora aquellos finos labios que algún día esperaba sentir.

Murmuró algo no tan coherente pero que para Seungmin fue como un atisbo sonido de afirmación.

— ¿N-no — suspiró tratando de guardar calma, aquella mirada lo ponía ansioso — tienes tareas para mañana?

— Ciertamente no. — sonrió simplemente.

— ¿En serio? Vaya que tienes suerte. — alegó el mayor.

— Solo nos dejaron un par de hojas en Física General, pero lo fui completando en el receso de cada cambio de hora.

mi mejor amigo ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora