capítulo 21.

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Seungmin sintió algo de pánico al no escuchar la respuesta del pelinegro

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Seungmin sintió algo de pánico al no escuchar la respuesta del pelinegro.

¿Había dicho algo malo? Esperaba que no.

Suspiró con pesadez pues tenían que separarse y eso era algo que realmente no quería hacer. No cuando sentía un calor reconfortante en los brazos de Minho y un agradable olor a menta inundar sus fosas nasales que provenía obviamente del menor.

Pero no todo podía ser a su manera.

— Minho, ya tengo que irme.

— Oh, sí claro.

Unos segundos de silencio hasta que el mayor volvió a hablar.

— ¿Podrías soltarme? — dijo irónicamente.

— ¿Por qué? Yo estoy cálido y muy cómodo — dijo apretujando entre sus brazos a Seungmin de manera suave.

— Empezarán a hablar. — respondió despectivamente y con una clara incomodidad por ser tan consciente de ello — Sabemos cómo es la sociedad hoy en día y, a pesar de que solo somos amigos la gente no se adapta.

— No lo hacen porque simplemente no quieren, es su problema. Estoy bien así contigo y no por alguien voy a dejar de hacer lo que yo quiero.

El castaño con cierto asombro procesó una a una las palabras dichas, de cierta manera y para él, eso había sonado muy maduro por parte de Minho. Sintió su corazón enorgullecerse y sonrió levemente.

— Tal vez tengas razón. — fue lo único que optó por decir.

— Siempre la tengo. — afirmó airoso — Y vamos ya que se está haciendo más tarde. — dijo el pelinegro mientras empezaba a caminar lentamente, siendo guiado por la velocidad de Seungmin para evitar tropezarse.

— ¿Es necesario esto? — preguntó aludiendo el hecho de que emprendía rumbo a su casa aun siendo abrazado por detrás.

No le incomodaba pero si se sentía avergonzado. ¿Desde cuándo la cercanía y confianza había vuelto?

— Muy necesario. — sonrió efusivamente mostrando su preciado eyesmile — Creo que podría acostumbrarme. — agregó animado.

— Muy gracioso. — respondió con un toque sarcástico.

— Puedes tomarlo como quieras, hyung.

En medio de una conversación amena, con sonrisas genuinas y algunos pasos torpes lograron quedar en frente de la casa Kim. El castaño tanteó los bolsillos de su pantalón y se dio con la noticia que había olvidado las llaves en su habitación.

— Bien, uh... — pasó saliva con lentitud — Minho, ahora sí creo que debes soltarme. — concluyó algo apenado. De ninguna manera tocaría su puerta con el menor abrazándolo tan cariñosamente.

El leve rubor de sus mejillas y el nerviosismo de sus manos podrían delatarlo, y es lo último que pediría en este mundo.

— No seas así~ — mostró un puchero que Seungmin pudo apreciar debido a la cercanía de sus rostros, sentía que su corazón se derretía de tanta ternura que el menor le provocaba.

El mayor parpadeó varias veces y de manera rápida para salir de la ensoñación en la que Minho solía enviarlo a veces, así... con gestos tan lindos, frases cortas y todo lo que pueda provenir de aquel pelinegro.

— Además, hace mucho tiempo que no visito a tus padres. — agregó con una sonrisa sincera y llena de entusiasmo — Quisiera hablar con ellos, dudo que me saquen de su casa solo por ser un invitado espontáneo. No es por nada pero ellos me adoran al igual que los míos a ti. — decía mientras que Seungmin sin percatarse y poder evitarlo, el menor había dado unos tres consistentes toques en la puerta.

— Minho. — mencionó con lentitud.

— ¡Minnie!

— ¿Lee?

— Lix. — afirmó mientras este le daba una de sus características sonrisas cuadradas.

Seungmin sintió que la presión del abrazo había incrementado levemente, pero no le tomó importancia.

— Hola Minho-ah. — le habló con amabilidad sincera provocando una sonrisa en Seungmin. Adoraba que Felix siempre sepa llevar las cosas de manera tranquila y con la energía positiva que lo hacía tan especial.

"¿Qué haces aquí?" — quiso responderle el pelinegro, pero tuvo que obtener toda la fuerza de su ser para no sonar molesto o peor que eso, 'celoso'.

Minho queriendo dejar de ser impulsivo y grosero, suspiró honda y calmadamente para luego soltar un simple hola.

Felix sonrió en grande y rápidamente le dio el paso para que entraran a la casa.

— ¿Y mis padres?

— Oh... mamá está en la cocina haciendo una sopa de verduras para la cena.

"Mamá. No señora Kim, ni 'tu', solo mamá" — pensó al instante en el que Felix había dicho eso.

Seungmin fue tomado de la muñeca por su amigo y Minho a duras penas entendió el mensaje de soltarlo. — Vamos para que la saluden. — fueron por el corto pasillo estando el pelinegro detrás de ellos — Ah y, el señor Min vendrá a eso de las nueve de la noche, llamó hace media hora diciendo que tenía una reunión imprevista y que no se preocuparan por su tardía llegada.

El castaño asintió levemente y Minho no pudo sentirse más que desorientado.

La confianza y el común comportamiento que tenía Felix alrededor de la casa y sobre la familia de Seungmin lo había dejado muy sorprendido.

¿Tan rápido se adaptó a Seungmin y todo lo que le rodea? ¿Tanto tiempo se había alejado él como para no ser consciente de todo lo que ha estado perdiendo?

Mordió débilmente su labio inferior en un intento de calmar esa leve opresión mezclada con un deje de tristeza que brotaba su corazón.

Había perdido tanto tiempo, tantos momentos, incluso ahora mismo, Minho estaba inseguro de cómo reaccionaría la señora Min después de tantos meses sin haberla visto o visitado a pesar de que los padres de ambos sean muy cercanos.

— Hola, mamá. — se aproximó a ella y le dio un casto beso en la mejilla — Minho vino a visitarte hoy. — habló dulcemente a su progenitora, mientras que el pelinegro sentía que ahora era el centro de atención.

 — habló dulcemente a su progenitora, mientras que el pelinegro sentía que ahora era el centro de atención

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gracias por leer<3

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