capítulo 27.

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— Odio al profesor Lee, en serio que desearía despedirlo

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— Odio al profesor Lee, en serio que desearía despedirlo.

Se quejaba infantilmente una y otra vez, haciendo puños con ambas manos. El chico pálido que estaba sentado frente a él lo miraba con burla y diversión palpable.

— Sí lo que tú digas. — sonrió ladino. — Deja de comportarte así o te mandaré a una guardería.

Felix rió con tono sarcástico — Muy gracioso, gatito. — el mencionado lo miró con seriedad.

— Eh, deja de llamarme así que no es mi culpa que tu querido profesor haya rechazado tu ensayo por algunos horrores ortográficos. — respondió burlón.

El chico más alto chasqueó la lengua y puso su frente en contacto con la fría mesa y los brazos estirados a cada lado.

— Soy un fracaso. — suspiró.

— No digas eso. — Seungmin suavizó su voz, no quería que este se pusiera mal siendo su personalidad todo lo contrario. — Todos nos equivocamos alguna vez, puedes llegar a casa y hacer otro corrigiendo tus fallas, no te agobies.

Felix alzó la vista y la conectó con la de su mejor amigo, transmitiéndose apoyo y cariño puro. Sin duda ambos siempre estaban el uno para el otro.

— ¡Oigan! — una voz enérgica hizo acto de presencia y ambos chicos miraron a la dueña.

— ¡Hola Momo! — dijo rápidamente Felix con una gran sonrisa.

— Hola Lix, Hola Seungmin-ah. — les sonrió de igual forma — ¿Puedo sentarme con ustedes?

— Esa pregunta me ofende — dijo Lix con indignación fingida.

— Claro que sí — dijo Seungmin con amabilidad. Si bien no la conocía del todo, pudo saber por el mismo Minho que es gran amiga suya y con la que se lleva mejor en su facultad.

— Gracias. — se sentó al lado de Felix y luego tomó algo de aire para gritar. — ¡Lee Minho!¡¿Por qué demoras tanto?!

Y en cuestión de segundos el pelinegro estaba frente a ellos con una fuente en sus manos y la respiración irregular.

— Demonios, Momo. Eso fue injusto — se quejó y la pelinaranja sonrió con sorna — Me pediste miles de cosas y sabes que no tengo una mente perfecta.

— O quizás no la tienes. — respondió suprimiendo una gran carcajada.

Carcajada que Felix no pudo aguantar e inundó todo el ambiente entre los cuatro jóvenes, seguido por Seungmin y luego la propia Momo.

— Muy graciosa — dijo sarcástico —, ni se te ocurra pedirme ayuda de nuevo.

— Yah~ No seas gruñón. — habló Momo luego de haber calmado su estruendosa risa.

— Además, ya estamos todos juntos. — agregó Felix. — Mejor siéntate al lado de Seung, para poder conversar mejor. — le miró sugestivamente con una sonrisa pícara. Gesto que obviamente entendió el pelinegro más Seungmin ni cuenta se dio por estar con la mirada puesta en su paquete de galletas.

mi mejor amigo ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora