capítulo 33.

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Felix le comentó a Seungmin lo que pasó anoche, con todo y detalle pero aún sin mencionar el nombre

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Felix le comentó a Seungmin lo que pasó anoche, con todo y detalle pero aún sin mencionar el nombre.

El castaño escuchaba todo con atención, se alegraba de cierta manera verlo con un brillo notorio en sus orbes y su característica sonrisa cuadrada.

— Tal vez nos juntemos mañana. ¿Qué dices?

— Yo estoy más que encantado, Lix, por fin conoceré a mi cuñado. — sonrió con picardía.

— ¡Hey! — ambos rieron uno más nervioso que el otro.

— ¡Hasta que los encontré! — la voz de Minho hizo acto de presencia para luego acercarse a pasos apresurados hacia los otros dos. — Pensé que me habías dejado, estuve buscándote por todo la planta baja. — se acercó con normalidad y abrazó a Seungmin por la espalda, rodeando su pequeña cintura con sus brazos.

El castaño recibió gustoso el abrazo, adoraba sentir la calidez combinado con aquella fragancia varonil que suele usar el menor.

— Sí, claro, yo también estoy bien, Minho. Gracias.

Lee sonrió con cierta burla y comicidad que a veces le causaba Felix.

— Lo siento, Lix, me alegra verte.

Lee sonrió ampliamente. — Bien. — aplaudió una sola vez. — Quizás nos veamos mañana Seungmin, te mandaré mensaje. Adiós. — sonrió para luego tomar su propio camino, quizás a cierta cafetería que ya conocía.

— ¿Te juntarás con Felix? — apoyó su mentón en el hombro de Seungmin.

— Sí, quiere que conozca a alguien. — Minho se tensó al instante y por inercia acercó a Seungmin más a él.

— Es un... viejo amigo, uno de su infancia. — dijo de inmediato. Ni siquiera sabía porque daba explicaciones.

— ¿No puedo acompañarte? — acarició con su nariz la tersa piel del cuello blanquecino de Seungmin.

Min empezó a disfrutar de las lentas y suaves caricias que sentía. — No, Minhonnie, es un amigo íntimo de Lix. Quizás luego nos invite a ambos. — tomó las manos del pelinegro entre las suyas para intentar alejarse — Vámonos.

Mas Minho no se lo permitió. — Aún es temprano, hay que tomar algo de tiempo para los dos. — sugirió ladeando su cabeza y ver el rostro de Seungmin.

El castaño lo vio por unos segundos, detallando las bellas facciones que este poseía. Pero no duró tanto cuando a lo lejos escuchó murmullos, con disimulo llevó su vista al frente y lo confirmó, habían ciertos grupitos, tanto varones como mujeres que los miraban.

— Minho, aléjate, por favor. Hay que irnos ya. — las miradas le incomodaban, le hacían sentir juzgado, era algo que no podía lidiar fácilmente. No quería que miraran a Minho de esa forma también.

— ¿Por qué? ¿Qué pasó? — Seungmin bajó su cabeza algo apenado mientras que Minho levantaba la suya y pudo comprender.

— ¿No tienen otra cosa mejor que hacer? — dijo en voz alta mirando a los que rodeaban por allí.

mi mejor amigo ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora