𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | ❝ A él le gusta ella, a ella le gusta él, todos los sabemos, excepto ellos. ❞
Sirius Black: Engreido, mujeriego, arrogante, testarudo, casanova, idiota... esas son solo algunas de las palabras con las que Sabrina describ...
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" Ni romance, ni acción; el terror y el misterio son los mejores generos. "
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VOLVIERON A SUS casas agotados. El sol ya se estaba poniendo y pronto sería hora de la cena. Priscilla había invitadó a los Bolton a cenar en su casa pero antes debían de darse un baño todos, pues estar caminando de un lado para el otro bajo el sol por un lugar repleto de gente los había echo sudar.
Cada uno se metió en su casa y comenzaron a asearse. Resulta que en tan solo un día, la familia Bolton y la familia Johnson se habían vueltó muy unidas.
Sabrina entró última al baño y comenzó a ducharse. Al cabo de unos minutos, reconoció la voz de Luke en el piso de abajo preguntando por ella, y luego escuchó como su padre le decía que seguía en la ducha.
Sabrina se apresuró por acabar de bañarse y salió a toda prisa hasta su cuarto. Se colocó unos pantalones simples y en vez de ponerse una remera de pusó un enorme buzo color azul.
Bajo y saludó a sus vecinos.
Al cabo de unos quince minutos charlando, su madre llamó a cenar. Todos se dirigieron al comedor donde ya estaban puesto los platos, los vasos y los cubiertos. Todos tomaron asiento y comenzaron a comer.
Durante esa cena, Sabrina se dio cuenta que los padres de Luke no eran tan aburridos como aparentaban, tenían un buen sentido del humor y eran bastante divertidos. Esa noche, los Bolton la habían tratado como una reina y ella se encariñó con ellos.
Luke y Sabrina acabaron de comer.
—Luke y yo terminamos de comer. ¿Podemos levantarnos e ir a ver una película? —le suplicó a su madre y esta accedió.
Los dos chicos se levantaron de la mesa y antes de salir, Luke preguntó lo siguiente:
—¿Nos avisan cuando esté el postre? —les preguntó y los adultos asintieron.
Ambos niños fueron a la sala de estar y comenzaron a ver peliculas de acción.
Al finalizar la pelicula observaron como los padres de Luke ya se estaban despidiendo de los Johnson.
—No nos avisaron del postre —protestó el chico.
—Les guardamos un poco de helado para que vengan a la madrugada a comerlo —informó su madre y los dos chicos la vieron confundidos. Sabrina levantó una ceja en busca de respuestas—. Luke se quedará a dormir. Lo acordamos con sus padres hace un rato. Si necesitas ropa más comoda para usar de pijama, puedes pedirle a Sabrina, en su coloset solo hay prendas que son el doble de grande que ella misma, así que no tendrás problemas.
Ambos chicos sonrieron felices y volvieron a la sala a ver otra película.
—Antes elejiste tu que veamos acción, ahora me toca a mi, y quiero ver romance —le dijo el chico a Sabrina.
—El romance es aburrido, en cambio la acción es mucho mejor.
Y así comenzaron a discutir sobre que genero es mejor hasta que su madre llegó.
—Ni el romance, ni la acción; el terror y el misterio son los mejores generos —les dijo divertida la madre de Sabrina y ambos niños protestaron y comenzaron una discución contra ella—. Eh dos contra uno no vale —se excusó sonriendo—. Vengo a decirles que ya vayan a cambiarse con su pijama mientras yo preparo comida de la buena para que se atraganten esta noche—. Les guiñó un ojo y se fue a la cocina.
Los dos subieron a la habitación de Sabrina y esta le dio algo de ropa para que el chico pudiera estar cómodo. Salió de su cuarto para que el pueda cambiarse y ya llevaba como veinte minutos afuera.
—¿Ya terminaste? —preguntó dando unos golpecitos en la puerta.
—Aún no—. Escuchó decir al chico.
—Llevas más de veinte minutos ahí adentro. Estas husmeando mis cosas, ¿no es verdad?
—Síp.
Sabrina abrió la puerta de inmediato y encontro al chico sentado en la cama, ya cambiado mientras observaba un cuaderno con una flor.
—No sabía que dibujaras —le dijo pasando la página.
—Se supone que no deberías saberlo. Es penoso.
—¿Y por qué? Sí dibujas muy lindo.
—Solo... no le digas a nadie ¿Sí? —le preguntó ya sacando la ropa que ella se pondría.
—Esta bien.
Sabrina sacó a Luke de la habitación y comenzó a cambiarse. No tardó mucho y luego ambos fueron a la parte baja de la casa.
ツ
Dos semanas habían pasado y por fin era primero de septiembre. El expreso de Hogwarts partiría esa misma mañana hacia el castillo.
Sbrina estaba muy emocionada, pero no tanto como Luke, el había preparado su baúl una semana antes mientras Sabrina aún tenía cosas por guardar dando vuelta por la casa. Ambas familias quedaron que esperarse en la estación King's Cross era la mejor opción.
Ya ahí, muchos muggles los miraban extraño ya que no siempre se veía como dos niños llevaban esas cosas tan extrañas ni mucho menos a unas lechuzas.
Las familias se pocicionaron en medio del anden nueve y diez.
—¿Y cómo se supone que lleguemos al andén nueve y tres cuartos? —preguntó el rubio con emocion.
—Tienes que atravezar el muro —contestó Mason y la emoción del chico desapareció y en su rostro una expresión de terror llegó—. No te estrellaras. Tranquilo.
Luke tomó su carro y atravezó el muro.
Era el turno de Sabrina, comenzó a andar con velocidad hacia el muro. Cerró los ojos esperando el golpe pero eso nunca paso, en su lugar, cuando abrió los ojos se encontraba en otro lugar, con un hambiente cálido. Observó como un cartel enorme decía expreso de Hogwarts.
Buscó a Luke con la mirada pero ya no estaba. Se despidió de sus padres y se adentró en el tren que estaba a punto de arrancar a andar.
Comenzó a buscar un compartimento libre hasta que llegó a uno donde había cuatro chicos. Dos habían estado en su encuentro con la señora de pelo negro y los otros no.
—Lo siento —se disculpó cuando los chicos se callaron y la miraron, y siguió caminando hasta que pudo ver a Luke sentado en un asiento. Llegó a el y observó a un chico sentado delante de su amigo.
—Hola, soy Alex y el es... —pero no pudó terminar.
—Ya nos conocemos. Ella es Brina —dijo Luke y apuntó a la chica—. Dejame te ayudo con esto— Y tras decir eso, la chica, con ayuda de su amigo, logró subir su baúl al compartimento y ella tomó asiento junto a Luke.
El tren había tomado velocidad y Sabrina, por primera vez, se había sentido excluida por Luke, en todo el camino no dejó de hablar con el otro chico y ella solo miraba por la ventana hasta que decidió salir. El chico no le había caidó mal, pero necesitaba respirar un poco de las agobiantes voces.
—Hey ¿A donde vas, Brina?
—Solo... a tomar aire —le contestó a su amigo y ahora si, salió del compartimento.
