19: Tiempo de crecer

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"Crecen tan rápido

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"Crecen tan rápido. "

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LUKE Y SABRINA se miraban sin pestañar. Uno en cada extremo de la mesa de la cocina. Ambos realmente concentrados en los ojos del otro. Sabrina agarraba con fuerza la taza que tenía en sus manos cervida hasta arriba por café recién hecho por la señora Boltom, y Luke aplastaba la tostada de su plato con su puño cerrado, tan concentrado en Sabrina que ni siquiera había sido capaz de notarlo. 

A unos pasos, Ada Boltom preparaba los huevos revueltos. Mientras su esposo, en la cabecera de la mesa, tenía en la mano un periodico muggle, aunque no lo leía realmente, estaba más pendiente de las miradas entre los dos chicos en frente de él. Temía, temía que algo les pasaba, pues llevaban seis minutos mirandose sin pestañar; por lo que se podía notar muy claramente como ambos tenían los ojos enrojesidos, aunque eso no parecía afectarles en absolutos y ambos seguían con su concurso de miradas. 

—¿Buenos días? —saludó a los niños confundido el hombre. 

—¡Shh! —chistó Luke, callando a su padre, sin atreverse a romper el contacto visual. 

William se levantó de su asiento, aún observando con temor a los dos niños y se acercó lentamente a su esposa, para susurrarle: 

—¿Has notado que se están volviendo un poco... —pauso, buscando las palabras indicadas—, extraños?

—Han sido extraños desde hace doce años, William —rió su esposa. 

El muggle suspiró. 

—Luke, Sabrina —se atrevió a llamarlos luego de unos segundos en silencio, haciendo que Luke se volviera para mirarlo, instintivamente. 

En el segundo en que lo hizo, Sabrina sacudió los puños en el aire y él se derrumbó derrotado. La castaña saltó en su silla, dejando escapar vítores que solo asustaron más al señor Boltom. 

—¡Toma eso, Luke! ¡Te gane!

—Habría ganado si papá no huebiera... 

—¿Oyen eso? —preguntó la chica poniendose una mano alrededor de la oreja—. ¿Las excusas que llegan?

Luke le arrebato el periodico de las garras de su padre para enrrollarlo y pegarle en la pierna a su mejor amiga, por lo que se ganó una mirada furiosa de parte de la chica. Luego ella procedió a golpear la cabeza de Luke, lo que los lanzó a otra competencía. 

—Suele ocurrir luego del desayuno —concluyó William. Durante las semanas que había estado cuidando a Sabrina había notado ciertas cosas en la amistad, realmente extraña, que tenía la chica con su hijo—. Sabrina, dejá de tirarle del pelo a Luke. 

𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | Sirius Black | © EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora