56: Tiempo de calidad

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" ¿El egocentrismo viene de familia o qué? "

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" ¿El egocentrismo viene de familia o qué? "

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TENER A JAMES Potter debajo de ella en una posición muy comprometedora no le agradaba, tampoco le gustaba la idea de no ver a Sirius junto a los merodeadores, pensaba que en cualquier momento de esos el chico saltaría y los asustaría. 

—¿No vas a apartarte? Digo, no me molesta. Muchas chicas estarían celosas —soltó coquetamente el de anteojos y Sabrina lo miró mal antes de levantarse con ayuda de Regulus, quién también lo miraba mal. Remus ayudó a James. 

Los tres amigos de alejarón de los merodeadores, no sin antes lanzarse miradas de odio y cada uno de los grupos volvió a lo suyo. Sabrina, Regulus y Narcissa caminaron rápidamente hasta la librería. Se sorprendieron al verla bastante llena. 

Entraron y comenzaron a mirar los libros. 

Luego de unos minutos de recorrer, Narcissa comenzaba a aburrirse, en realidad, ella había aceptado ir allí solo porque a Regulus y a Sabrina les gustaban los libros pero verdaderamente ella detestaba leer y todo lo relacionado con la lectura. 

—¿Cuando nos vamos? ¿Cuando nos vamos? ¿Cuando nos vamos? ¿Cuando nos vamos? ¿Cuando nos vamos? —comenzó a preguntar, mientras seguía a sus dos amigos quienes leían las descripciones de los libros. 

—Cuando nos decidamos por un libro, Narcissa —le contestó Regulus, irritado. 

—Pues decidan rápido—. La rubia observó a Sabrina, quien no parecía haberla escuchado y luego miró el libro en sus manos—. Nancy Drew. Suena fascinante, compren ese y listo así nos vamos. 

—No suena fascinante, es fascinante —aclaró la chica—. Ya me lo leí, es realmente bueno, podrías leerlo Regulus, tal vez te guste. 

—Nunca había escuchado hablar de el —comentó el pelinegro, tomando el libro de las manos de Sabrina y comenzando a hojearlo. 

—Por supuesto que no lo hiciste. Es uno muggle. 

La rubia puso una mueca. 

—¿Por qué venden un libro no magico en una tienda de libros magicos? —cuestionó ella—. Que gente estúpida. 

—La verdad es que sí —contestó divertida la gryffindor—. Pero aún así es un muy buen libro. 

—Bien, entonces lo llevo, supongo. 

No tardaron en comprarlo y salieron de la tienda, ahora con una bolsa en la mano. 

—Podemos hacer algo más. ¿Qué tal ir a una cafetería? —preguntó Narcissa ahora mucho más aimada que cuando estaban junto a los libros.

Lo cierto era que Sabrina no había odído nada de lo que su amiga le había dicho, sus ojos estaban clavados en dos figuras que caminaban de la mano entre las calles con sonrisas enormes. Sirius Black y una niña de quinto año. El chico caminaba decidido y con arrogancía, con sus cabellos ondeando. 

𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | Sirius Black | © EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora