47: Junta familiar

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" Dejala tranquila, vas a espantarla Bellatrix

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" Dejala tranquila, vas a espantarla Bellatrix. "

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LOS DÍAS HABÍAN pasado verdaderamente rápido y durante todas las noches, Sabrina se escabullía hasta el cuarto de Sirius, quien la esperaba con la puerta abierta y juntos compartían noches bajo las estrellas. Ella había descubierto muchas cosas interesantes sobre las constelaciones que no sabía y poco a poco, el tema comenzó a agradarle más. Los dos chicos pasaban esos ratos compartidos como si fueran mejores amigos de toda la vida, aunque luego de que la noche acababa dandole paso al día, Sirius y Sabrina se ignoraban rotundamente y hacían como si nada hubiera pasado. 

La chica comenzó a abrir los ojos aquella mañana del día 31 de agosto al escuchar gritos realmente fuertes en la habitación. Soltó un gemido de cansancio, queriendo que los ruidos se apagaran y continuar durmiendo. En cuanto el ruido salió de sus labios, el ruido de la ahbitación paro. Ella frunció el sueño, eso no solía pasar así que abrió los ojos confundida y notó como Sirius y Regulus la miraban fijamente, Sirius con una sonrisa burlona y arrogante y Regulus con el ceño fruncido. 

Sabrina los observó confundida y luego comprendió que el ruido que la había despertado habían sido los dos hermanos discutiendo como de costumbre, a los gritos. Ella rodó los ojos y luego los volvió a cerrar, se puso de lado para continuar durmiendo y abrazó la almohada, pero una aroma peculiar le invadio completamente las fosas nasales. Curiosamente una colonia bastante cara con la que Sirius estaba bastante familiarizado, y ella lo sabía. Ella olfateo más la almohada, aún sin volver a abrir los ojos, para comprobar que el olor estaba verdaderamente ahí, si que lo estaba. Eso solo hizo que abriera los ojos nuevamente, pero esta vez de golpe. 

Sirius y Regulus la seguían mirando de la misma forma. La chica observó a su alrededor. Ella estaba cubierta por sabanas escarlata. La paredes del mismo color acompañados por dorado y los posters de quidditch y chicas muggles por encima del respaldo de la cama. Instantaneamente comprendió lo que estaba pasando. La noche anterior había ido al cuarto de Sirius para su sesión en su balcon con las estrellas y se había quedado dormida. 

Sabrina se elevó bruscamente y chocó directamente con la cara asomada de Regulus, ganándose las carcajadas del mayor. Su amigo no pareció estar afectado por el golpe. 

 —¿Qué estás haciendo en el cuarto de mi hermano? ¿Dormiste aquí? ¿Durmieron juntos en la misma cama? —preguntó realmente horrorizada. 

—¡No! ¡Por supuesto que no dormimos en la misma cama! —exclamó ella. Luego se dio cuenta que no lo sabía a ciencia cierta y cuando el rostro de Regulus pareció relajarse más, el de ella se espanto completamente—. ¿Dormimos en la misma cama?

Sirius rió más. 

—No, yo dormí en el suelo —contestó el señalando una almohada que estaba en el piso junto a unas frasadas desordenadas—. Te quedaste dormida en el balcon y te cargue aquí y como no sabía si iba a incomodarte o algo dormí en el piso —explicó él. 

Sabrina se ruborizó completamente. 

—¡Ay. Dios mío! 

—¿Quién? —preguntó el gryffindor, confundido por lo que dijo ella. 

—Es una expresión muggle —le restó importancia—. Lo siento. 

—¿Por qué?

—Porque tuviste que dormir en el piso por mi culpa mientras yo utilizaba tu cama —dijo ella realmente apenada. Parecía avergonzada incluso. 

—Tranquila, el piso no está mal —le respondió él, aún manteniendo su sonrisa burlona. 

—Esperen... ¿Por qué te quedaste dormida en su balcón? —se metió Regulus, relamente confundido por eso. 

Sirius miró a la chica divertido. 

—Si Johnson, ¿por qué te quedaste dormida en mi balcón? —cuestionó él esperando con entusiasmo la excusa de ella. Sabrina lo miró mal y luego miró a Regulus, tratando de no demostrar su nerviosismo. 

—Eh... bueno —tragó saliva. ¿Qué iba a decirle ahora? ¿Se enojaría con la verdad? No quería arriesgarse, había pasado unos días preciosos y no quería que eso lo arruinara todo. ¿Debía mentirle? En definitiva la respuesta era no. 

—Bajen todos —gritó la señora Black, liberando a la chica de la situación. Sirius puso una mueca, él quería ver el show. Todos se apresuraron a salir de la habitación, la mujer enojada daba miedo y era mejor obedecer. 

Regulus se adelantó y Sabrina quedó junto a Sirius caminando, con disimulo le piso el pie y el soltó un chillido molesto. 

—¿Qué te pasa? —se quejó, saltando en un solo pie por el dolor. 

—Te lo mereces —le dijo ella y siguió a Regulus, aunque en un momento le entro el arrepentimiento de haberlo pisado, ¿había sido muy brusca? Volteó dispuesta a disculparse pero el chico ya estaba como nuevo. Era un dramatico. 

Bajaron las escaleras y llegaron a la sala. 

Fue una enorme sorpresa ver a Narcissa allí abajo, sonriendo ampliamente hacia los chicos. Regulus y Sirius también parecían sorprendidos. 

Los dos mejores amigos de la rubia corrieron a ella y la abrazaron fuertemente. 

—Así que ella es la niña de la que has hablado todo el verano —habló alguien más. Por la emoción, la castaña no había notado la presencia de los demas. La señora y el señor Black estaban parados junto a dos adultos más con el mismo semblante serios que ellos y en medio una chica pelinegra con rostro de locura, ella era la que había hablado—. No se como puedes aguantarla —le dijo, causando una mueca en la rubia. 

—Sabrina, ella es mi hermana; Bellatrix —le dijo Narcissa—. Bella, ella es Sabrina, mi mejor amiga. 

—Un gusto, Sabrina —le dijo ella estrechando su mano con la de Sabrina. 

Sabrina no pudo evitar mirar como Sirius rodaba los ojos y ignoraba rotundamente a sus familiares antes de ir a la cocina. 

—Bien, Regulus, Sabrina, vayan a desayunar. Narcissa, Bellatrix, pueden acompañarlos. 

Los dos amigos caminaron tranquilamente hasta las cocinas, con la rubia feliz por detrás de ellos, casi dando saltitos de alegría y a su hermana, Bellatrix, bostezando aburrida. 

Sirius ya estaba en la mesa comiendo. Los demás se sentaron con él, aunque manteniendo la distacía, por lo que a Sabrina le quedó un único lugar junto a Sirius. Hizo una mueca y se sentó junto a él. Bellatrix notó la expresión de disgusto de la chica por lo que sonrió. 

—Me caes bien —aseguró, tomando asiento junto a ella. La castaña miró a Regulus y a Narcissa para saber como tenía continuar actuando frente a ella ya que, con solo verla, le daba miedo su aspecto, no sabía exactamente por qué ya que la chica en realidad era bastante bonita. Se sorprendió al ver a sus dos amigos alarmados por la cercanía de Bellatriz en ella, cuando sintió como la mano de la bruja mayor tomada la de ella en un fuerte agarre y acercaba su cara a la de ella, pasando cuidadosamente su varita por su mandíbula—. Bonitos ojos, cejas ordenadas, nariz respingona —comenzó a enumerar. 

Sabrina no pudo evitarlo y, disimuladamente, intentó aparatarse de ella, de la forma más cortes posible, pero Bellatriz tenía un fuerte agarre. Se sorprendió cuando Sirius intervinó y alejó a la chica de su prima, acercandola más a él. 

—Dejala tranquila. Vas a espantarla, Bellatrix. 

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〖♡ M I R I D E G R A N G E R ♡〗

𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | Sirius Black | © EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora