𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | ❝ A él le gusta ella, a ella le gusta él, todos los sabemos, excepto ellos. ❞
Sirius Black: Engreido, mujeriego, arrogante, testarudo, casanova, idiota... esas son solo algunas de las palabras con las que Sabrina describ...
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" Ella te quería a ti. "
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SABRINA ENTRÓ EN la tienda y como si fuera un botón todas las lechuzas comenzaron a ulular. Parecían fastidiadas, como si te despertaran un fin de semana muy temprano en contra de tu voluntad.
Se acercó a una que le pareció hermosa pero al dar un paso al frente para acercarse esta comenzó a ulular más fuerte y con sus alas comenzó a pegar con fuerza en los barrotes de la jaula en la que estaba encerrada. Sabrina se alejó sobresaltada. Creyó que no encontraría ninguna que fuera de su agrado cuando pudó divisar a una lechuza que, a diferencia de las demas, no estaba ululando, sino que la observaba con atención e interes. La lechuza tenía los ojos gises y su pelaje era marrón, era la lechuza más pequeña del lugar.
—Quiero esa—. Sabrina escuchó como un chico le decía al vendedor. Este se acercó hasta la lechuza que Sbrina quería.
—No, espere... —murmuró la chica.
—Dejesela a ella —contestó el chico.
Sabrina volteó a verlo y le sonrió.
—Gracias.
—No hay de que.
El chico de piel palida de cabello negro con ojos verdes se acercó a un jaula cerca de donde se encontraba Sabrina.
—Cuqui, iremos a comprar algo aquí en frente, ven con nosotros cuando termines —le ordenó su madre y la niña asintió.
—Quiero esta —le dijo la chica al vendedor luego de unos minutos.
Pagó la lechuza y se aproximó a la puerta pero se frenó mirando al chico que seguía buscando una lechuza para el por haberle cedido la que ella tenía.
—¿Necesitas ayuda? —le preguntó al chico y este negó—. Gracias —volvió a decir bajito pero el pelinegro llegó a escucharlo.
—No importa. Ella te quería a ti.
Sabrina solo le sonrió.
—¿En que casa quieres quedar, Cuqui? —le preguntó a la chica y esta se sorprendió por el apodó.
—¿Cómo...?
—¿Te llamas Cuqui? Oí a quien sea que te haya dicho Cuqui decirte así.
—No me llamó Cuqui, me llamó Sabrina. Mis padres me llaman Cuqui, tenemos ascendencias Mexicanas y ese es un apodo que se solía usar allí. Onestamente me molesta que me llamen así —le confesó al chico.
—Esta bien Cuqui —dijo el chico con una sonrisa burlona en su cara—. Yo soy Regulus ¿En que casa te gustaría quedar cuando estes en Hogwarts? —le volvió a preguntar él levantandó una ceja.
