35: El bosque Prohibido

737 84 11
                                    

" Creí que eras más divertida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

" Creí que eras más divertida. "

˚*✩•°˚*✩•°˚*✩•°˚*✩•°

EL RESTO DEL día Regulus y Narcissa siguieron a Sabrina a todos lados tratando de convencerla de devolverle la broma a Sirius. No fue hasta que Narcissa hecho al chico que era su compañero de caldero de pociones que Sabrina les dijo algo acerca de lo que le estaban proponiendo. 

—¿Cissy que estas...? —Narcissa miraba al profesor en frente de la clase como si recién no hubiera amenazado al chico de Hufflepuff para que le dejara su lugar al lado de Sabrina. 

—¿Por qué no quieres vengarte de Sirius? Será épico. 

—No creo que sea una buena idea... —le contesto, comenzando a anotar los pasos para la poción para dormir. 

—¿Cómo es eso que suelen decir los muggles...? —comenzó ella, poniendose una mano en la barbilla, fingiendo estar pensando—. ¡Ah, sí! Ojo por ojo. 

—Yo no creo en esa frase, Cissy —le respondió, comenzando a preparar la poción. 

—Pues deberías, es la única frase buena que viene del mundo de los no-mágicos. 

—No creo que sea la única frase bue...

—Eso no importa, volviendo al tema. ¿Por qué no quieres? Te prometo que será divertido y que te divertiras con nosotros —le rogó. Era algo completamente nuevo ver a Narcissa rogando. 

Sabrina no respondió y se dedicó a continuar con la poción, con Narcissa insistiendo de fondo. 


En encantamientos, Regulus fue directo a sentarse junto a Sabrina. La chica rodó los ojos sabiendo que la esperaba otra hora enterea con alguien a su lado taladrandole la cabeza para que accediera a devolverle la broma a Sirius Black. 

—Hola, Brina ¿Cómo has estado? —le preguntó él, tranquilamente, pasando un brazo por la silla de la chica. 

—Tratando de evitarte a ti a Narcissa, ¿por? —le contestó divertida. Regulus borró su sonrisa, pero al instante regresó. 

—¿Y por qué nos evitarnos, bonita? —le preguntó, apartando un mechon de pelo del rostro de la chica. Ella trataba de no mirarlo a los ojos, porque sabía que terminaría accediendo. 

—No intentes hacerte el lindo conmigo Regulus. No trates de coquetearme para que acepte unirme a ustedes y hacerle una broma a Sirius —le dijo ella, algo nerviosa. 

—Yo no trató de coquetearte —se defendió, llevandose una mano al corazón como si estuviera ofendido por que ella creyera aquello, exagerado—. En fin, ¿Por qué no aceptas? Será divertido. 

𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | Sirius Black | © EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora