UN POSIBLE AMOR © (Completa)

7.Un irremediable error.

                 C A P I T U L O  07

Caminé en pasos rápidos buscando a mi hermano hasta la habitación de mis padres, él no podía meterse con mi galleta de oreo, no. Josue sabía que podía meterse con todo menos con mis galletas.

Solía ser egoísta en cuanto a ellas, son mi golosina favorita y no tendrían agarrar justo lo que me gusta, son mías y de nadie más.

Abrí la puerta de la habitación, mamá estaba dormida y josue comiéndose una última galleta de la bolsa azul de la misma.

— ¡Noooo!— Grité olvidando que mamá dormía, me callé de inmediato cuando vi que mamá se movió un poco de su posición anterior. Corrí hacia la cama donde estaba josue y le quité la cobija de encima, él luchaba por seguirse cubriendo por la misma en mi caso, yo seguía luchando por quitarle el manto de su coexistencia.

— Yo pensé que no eran de nadie. — Se defendió él, con voz sin culpa, debajo de la cobija.

— Esas-eran-mis-galletas. — Hablé lentamente cada palabra descubriendo por completo a mi metido hermano, él me empujó hacia un lado para saltar de la cama al piso, lo agarré de la camisa y josue me pellizco el brazo para soltarse de mi agarre, salió corriendo de la habitación dejando cerrada la puerta como un obstáculo para mi, corrí detrás de él y abrí la puerta para este entonces mamá ya se había despertado.

Fui tras él corriendo por el largo pasillo, buscando por cada rincón de la casa. — Se que estás en algún lado mocoso, deja que te encuentre y te las verás conmigo. — le advertí.

Escuché pequeños ruidos de alguien arrastrándose mientras salía de una de las habitaciones y me percaté de que era josue saliendo en posición de un cachorro.

— ¡Aquí estas mocoso!— mascullé, el corrió
yo igual tras él, Josué salió hasta la sala antes que pudiera agarrarlo, se escondió detrás de Valery quién aún se encontraba de pie. — No puedes alcanzarme— Cantó Josué en burla.

— ¡Arg!— Inflé mis mejillas, sacudiendo mi fleco a un lado con mis manos. No es momento de verse bien, cuando acaban de robar mis galletas.

— No me toques niño. — Gimoteó Valery empujando a Josue a un lado.

Ja, había olvidado que Josué y Valery son como el un can y un felino.

Josué no tenía salida, estaba a mi disposición él necesitaba un lección de hermana mayor.

Oh, si que lo necesita.

— No, no, no, Andreina, Hermanita, bonita, hermosa, mi preferida —Me quiso chantajear Josue, hablando lentamente con sus manos juntas como si se tratase de una oración.

— No te salvarás, te comiste mis galletas. — Dramaticé apuntando el estómago de Josue. —Eran mías, eran mis galle- — Una voz masculina me interrumpió.