19. ¿Que Hay Que Hablar?

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— Hablemos

—¿Qué hay que hablar?, dije todo lo que quería decir —comentó el chico de ojos verdes, su postura era firme en las veredas de la zona. La lluvia seguía, por lo que habíamos optado en esperar a que pasara un poco, bajo una cobertura que cubría nuestras coexistencia de la lluviosa tarde.

— Claro que hay que hablar —insistí, exprimiendo el agua de mi chaqueta.

— ¿Qué te digo? —bromeó el hombre.

— Mark, estoy asustada por tu... No se como le llames, pero nesecito saber si lo que oí es cierto ¿ok? —me atreví a decir.

— ¿Hay que repetir lo que dije? —siguió preguntando.

— Si...

— ¿Enserió?

— Pues sí —dije firme.

El aclaró la garganta y se puso en frente de mi pequeño cuerpo. Retrocedí dos pasos y mi vista fue al suelo. Tenía el conocimiento de que estaba a punto de desmayar y no por situaciones de resfriado, sino por lo que oiría. Anticipe mi vista hacia su ojeada antes de que me lo dijese. En el momento en que sus verdes se toparon con mi oscura mirada, supe que más allá de mi corazón extremadamente palpitante, existía un poco de miedo. Miedo a que lo que oí no fuese cierto, o que el chico estuviera al borde de retratar sus palabras, aquellas que oí claramente.

— ¿Te has dado cuenta que la vida tiene momentos, extremadamente buenos? —empezó él con una pregunta.

Asentí con la cabeza y entonces Mark agarró mi par de manos arropando las mismas con las suyas, no me importó que mi chaqueta cayera al suelo, después de todo nada sería en vano.

— Cuando te ví, fue uno de ellos —confirmó Mark, mi Mark, era difícil darme cuenta o notar que mi corazón aún no se detenía, o que color estaba mi rostro en este momento, por que sentía la sangre bajar y subir por toda mi coexistencia como si mi cuerpo fuera un remolino.
Mi respiración estaba entre cortado, ya casi mi aliento se acaba, o seguía exagerando.

El iris de sus ojos se conectaban perfectamente con los míos, su ojeada traspasaba un brillo inigualable, único y hermoso ante los míos. Sabía que su mirada tenía demasiado poder conmigo que con ella podría lograr miles de objetivos, con su mirada podía entender los miles de millones conceptos del amor y con Mark practicaria cada uno de ellos. Quizá no me veía de lo mejor en este momento, o tal vez mi expresivo rostro mostraba un gesto diferente a mi respuesta, no quería joder nada ahora, debía dejar que el siguiera o yo tendría que darle mi respuesta.

¿El amor es cursi?, diría que sí . La gente acostumbra a decir que el amor solo trae debilidades y más defectos cuando no encuentran al indicado, en el fondo saben que el amor es cursi cuando se tiene a la persona correcta, aquella que está dispuesta hacer locuras por el otro, aquella que busca solucionar un problema, aquella que te amará hasta el final.

UN POSIBLE AMOR © (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora